Edwin Arrieta, el cirujano plástico colombiano asesinado en Tailandia por Daniel Sancho, mantuvo en secreto su condición sexual hasta el final de sus días, ni su familia sabía que tenía relaciones con personas de su mismo sexo. Llevaba una vida ordenada y tranquila y nunca hablaba de sus preferencias sentimentales.
Tanto sus padres como su hermana Darling desconocían que Edwin mantenía contactos íntimos con otros hombres, y menos que en el 2005, un colombiano de 26 años le denunció por acoso y agresión. Edwin Arrieta, según ese individuo, intentó tener relaciones íntimas con el, y al negarse, el médico convirtió su vida en un infierno de amenazas de muerte, agresiones físicas y todo tipo de insultos, reseñó La Razón.
Tampoco estaban al tanto los familiares de Edwin que Dani Sancho, presuntamente, fue una especie de amante del cirujano. Darling pensaba que era uno de los amigos españoles de su hermano con el que quería abrir negocios en nuestro país. Nunca sospechó otra cosa.
Evidentemente, la sorpresa fue total y les cuesta entender, y creer, la realidad de la vida secreta del asesinado, quien siempre mantuvo sus amoríos en citas ocultas lejos de su entorno habitual.
Por Agencia