viernes, noviembre 8

Cinco millones de niños menores de cinco años murieron en 2021 en todo el mundo

Las cifras son alarmantes. Aunque los niños pequeños que nacen hoy tienen más posibilidades de sobrevivir que en 1990, persisten las desigualdades y el número de muertes sigue siendo demasiado elevado teniendo en cuenta el estado de los conocimientos disponibles, según un informe de la ONU publicado el 10 de enero de 2023.

De los 5 millones de niños que murieron en todo el mundo antes de cumplir los cinco años en 2021, casi la mitad (2,3 millones) eran lactantes en su primer mes de vida, y 1,4 millones perdieron la vida antes de su primer cumpleaños. Son cifras escalofriantes, aunque hay que recordar que la mortalidad mundial de los menores de cinco años ha descendido un 59 % desde 1990.

Estas pérdidas de vidas, la mayoría evitables, podrían prevenirse con mejores cuidados en el momento del nacimiento, vacunas, nutrición adecuada y acceso a agua potable. Las enfermedades transmisibles e infecciosas siguen siendo las principales causas de muerte entre los niños menores de cinco años, mientras que las lesiones (involuntarias e intencionadas) se están convirtiendo en la causa más importante de mortalidad evitable entre los niños mayores, los adolescentes y los jóvenes de 5 a 24 años.

El informe de la ONU aquí

Un marcador clave del desarrollo de la sociedad, la buena salud infantil desde el nacimiento y la mejora de las tasas de mortalidad son algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por los Estados miembros de la ONU como parte de la Agenda 2030. Si no se toman medidas urgentes para frenar el número de muertes de menores de cinco años, más de 50 países no alcanzarán el objetivo (una media de 25 muertes por cada 1.000 nacimientos) y más de 60 países tampoco alcanzarán el objetivo de reducción de la mortalidad neonatal.

Desigualdades por lugar de nacimiento de los hijos

No es sorprendente que el informe muestre las desigualdades por países. Los niños nacidos en África subsahariana se enfrentan al mayor riesgo de muerte infantil del mundo, con 74 muertes por cada 1.000 nacimientos en 2021, 15 veces más que el riesgo para los niños de Europa y Norteamérica y 19 veces más que en Australia y Nueva Zelanda. Los niños nacidos en Asia Central también corren mayor riesgo, con 22 muertes por cada 1.000 nacimientos.

Y estas desigualdades se reflejan en la primera infancia, con tasas de mortalidad neonatal que siguen el mismo patrón.

Los niños que viven en regiones frágiles y afectadas por conflictos son especialmente vulnerables.

El informe de la ONU destaca el progreso de países que han conseguido superar el descenso mundial de muertes de niños pequeños a pesar de sus limitados recursos económicos, como Eritrea, Etiopía, Malawi y Uganda, así como Bangladesh, Mongolia y Uzbekistán, que han reducido el número de muertes de menores de cinco años en más de un 75% desde 1990.

Por: Agencia