Más de 800 personas se han quedado sin hogar en Chile a causa de los incendios forestales que desde hace tres días azotan cuatro regiones del centro de Chile, con las llamas avanzando todavía sin freno desde los cerros hacia el mar en la región de Biobío, una de las más afectadas por el fuego.
Decenas de vecinos pasaron la noche a la intemperie en la localidad de Dichato, próxima a la ciudad costera de Concepción, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago, con la mirada puesta en el gran incendio que desde el cerro tintaba de naranja la noche, desprendía peligrosas pavesas y emitía un ruido amenazador.
Otros, evacuados de forma preventiva durante el sábado, se refugiaban en los centros habilitados por las autoridades, donde voluntarios y responsables del municipio se afanaban en la recepción, clasificación y reparto de la ayuda humanitaria que recibía. Todos con la fatiga pintada en el rostro y en las manos temblorosas por el esfuerzo.
El de Dichato es uno de los 232 incendios que permanecen activos en las regiones de Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los lagos, muchos de ellos desatados por la imprudencia y la mano del hombre y acelerados por las condiciones climáticas adversas, la mala gestión forestal y la falta de medios adecuados para combatirlos.
El sábado en la noche, en esta pequeña localidad decorada con coloridas barcas de pesca, la peonada contra el fuego la formaban algunos brigadistas de la Conaf, un grupo de voluntarios de bomberos -en Chile no es un cuerpo profesional- y vecinos armados con palas, pequeñas mangueras y baldes y bidones de agua.
Desde que comenzaron los incendios apenas se han combatido desde el aire, según las autoridades debido a las condiciones de clima y, según los expertos, debido a que son compañías privadas las que tienen los recursos para extinguirlos y sus tarifas son excesivas.
En las próximas horas llegarán a la zona un avión de la unidad militar de emergencias española (UME) y un avión de gran capacidad hídrica contratado por el Gobierno.
Llamado a la empresa privada
En este contexto, la portavoz del gobierno, Camila Vallejo, y otros responsables chilenos instaron a las empresas privadas a incrementar su ayuda en las labores de extinción, con una petición especial a las empresas madereras, a las que expertos responsabilizan de la situación debido a la sobre explotación de los bosques, las astillas que dejan en los campos talados y la reforestación con especies como el eucalipto y el pino.
En declaraciones a la prensa, Vallejo instó a la unidad tras una reunión entre empresarios y distintos gremios en el palacio de La Moneda, para poder combatir una tragedia que ya se ha cobrado 23 vidas humanas, la mayoría de ellas en la localidad rural de Santa Juana, epicentro de los peores incendios en décadas.
Tuvimos “una reunión de trabajo para poder reforzar lo que desde el día uno hemos estado coordinando con el mundo privado, para enfrentar en primer lugar el fuego, para poder prevenir, evitar más muertes producto de la catástrofe y, en ese sentido, hacer una invitación, es necesario la colaboración público-privada”, afirmó.
“Necesitamos de la solidaridad, generosidad y colaboración de todos. Todos pueden jugar un rol en el combate a esta situación tan dramática, tanto vecinos en precaución, los gremios empresariales, las pymes, también no solamente el Estado a través de los municipios. El mundo privado también puede jugar un rol y ese es el principal llamado que queremos hacer hoy”, puntualizó
“El mundo privado representado acá en los gremios empresariales que nos acompañan han sido claves en la logística, en la gestión de movilización de maquinaria pesada, pero necesitamos mucho más”, subrayó.
Responsabilidad humana
Vallejo se refirió igualmente a los orígenes del fuego y al hecho de que hasta la fecha las fuerzas de Seguridad hayan detenido a siete personas por su presunta participación en los hechos, unos por negligencia y otros premeditados.
“Posteriormente podemos sacar conclusiones, establecer responsabilidades. Sabemos que los incendios principalmente en nuestro país son realizados por acción humana, voluntaria o involuntaria, pero este momento necesitamos de unidad en el combate al fuego, la protección de las vidas humanas, y ese es el mensaje principal que el Presidente de la República”, indicó.
Mientras, en localidades como Dichato y Santa Juana, el cansancio fruto del miedo, el esfuerzo en el combate y las horas sin dormir desdibujaban el rostro de muchos de sus habitantes, que pese a la fatiga se pronunciaban a EFE decididos a seguir luchando por las casas que quedan en pie y por ayudar a quienes ya lo han perdido todo.
Por: Agencias / Foto: Cortesía