Chile anunció este lunes que extiende el cierre de fronteras decretado en abril hasta el 30 de junio para tratar de contener la pandemia, que mantiene los hospitales al límite y a buena parte de la población en cuarentena, pese a la alta tasa de vacunación.
El cierre de fronteras afecta a los turistas que ingresen al país, pero también a los nacionales y extranjeros residentes, que solo pueden viajar en casos excepcionales, como urgencias médicas o razones humanitarias.
La medida está vigente desde el 1 de abril, cuando la segunda ola empezó a desbocarse tras las vacaciones veraniegas, y solo puede decretarse si hay Estado de Excepción Constitucional, que caduca precisamente el 30 de junio y cuya renovación aún está en el aire.
El Estado de Excepción Constitucional, que al Gobierno le gustaría renovar por tres meses más, permite también establecer cuarentenas y el toque de queda, que ahora mismo rige de 10.00 de la noche de la horas a 5.00 de la mañana.
El ministro chileno de Salud, Enrique Paris, reconoció en rueda de prensa su «preocupación» por la diseminación mundial de la variante detectada en la India, denominada Delta, y que es hasta un 50 por ciento más transmisible que la Alfa hallada por primera vez en Reino Unido, según un estudio del Gobierno indio publicado este lunes.
«En los últimos días hemos observado un gran aumento de fallecidos (en el mundo) y no vamos a negarlo, esto también ha ocurrido en Chile (…) Es un fenómeno mundial y afecta profundamente a América Latina», indicó Paris.
Chile superó este lunes la barrera de los 30 mil muertos (30.058) al registrar 121 decesos en las últimas 24 horas y seis mil 958 casos, lo que deja el balance total desde marzo del año pasado en 1,43 millones de infectados.
«Hemos hecho todo lo humanamente posible por controlar la pandemia», admitió el funcionario, quien volvió a pedir a la población que acuda a vacunarse, pues el 75 por ciento de los casos confirmados no habían terminado su esquema de inoculación.
«Tenemos 900 mil personas rezagadas, que debían vacunarse y no lo hicieron. La mayoría de las personas en UCI y que están muriendo no están vacunadas», agregó.
Actualmente, hay además 48 mil 596 casos activos o personas que pueden contagiar -una de las cifras más altas de la pandemia- y una ocupación hospitalaria nacional por encima del 95 por ciento, con 166 camas críticas a nivel nacional.
La tasa nacional de positividad -número de exámenes PCR positivos por cada 100 test realizados- fue del 8,3 por ciento, mientras que en la Región Metropolitana, que alberga a la capital, es del 10 por ciento.
El anhelado retorno a la normalidad, por tanto, sigue lejos pese a que Chile ha vacunado con dos dosis a más del 55,4 por ciento de la población objetivo y con una inyección al 73,5 por ciento, lo que equivale a casi 11 de los 19 millones de habitantes.
Por: Agencias / Foto: Cortesía