Año y medio después de las protestas que pusieron contra las cuerdas la institucionalidad y en una Latinoamérica polarizada, Chile abogó este domingo por la moderación con la elección del exministro independiente Sebastián Sichel y el exlíder estudiantil Gabriel Boric como candidatos de la derecha y la izquierda en los comicios presidenciales de noviembre.
Contra todo pronóstico y desafiando una vez más a las encuestas, Sichel y Boric se impusieron por amplio margen a pesos pesados de la política chilena que se perfilaron durante semanas como favoritos, como el exalcalde ultraconservador Jaoquín Lavín o el edil comunista Daniel Jadue.
Con el 49 % de lo votos, Sichel derrotó a Lavín en las primarias del bloque de la derecha «Chile Vamos» y a sus excompañeros de gabinete Mario Desbordes (del conservador Renovación Nacional) e Ignacio Briones (del liberal Evópoli).
Ministro de Desarrollo Social en el Gobierno del presidente Sebastián Piñera entre 2018-2019 y presidente del estatal Banco Estado hasta diciembre de 2020, Sichel acudió a estas primarias sin el respaldo de ninguna formación en específico.
Con experiencia en varios partidos del espectro político, incluida la Democracia Cristiana (DC, centroizquierda), donde militó más de una década, ha basado la mayor parte de su campaña en venderse como un candidato de «centro», preocupado por la castigada clase media chilena y el desprestigio de la política tradicional.
«Llegó la hora de cambiar la historia para bien, la historia de las personas comunes (…) Adiós a la vieja política que divide el mundo en dos», afirmó Sichel, de 43 años.
Con una propuesta para cambiar el actual modelo neoliberal más transversal que la comunista y con especial énfasis en el feminismo y el medio ambiente, Boric destronó con el 60,3 % de los votos a Jadue, quien se vio envuelto en distintas polémicas en la recta final de la campaña.
«No le tengan miedo a la juventud para cambiar este país (…) Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba«, dijo el diputado del Frente Amplio (FA) por la región austral de Magallanes.
Bregado en las marchas estudiantiles de hace una década a favor de mayor gratuidad y parlamentario desde 2014, Boric es con 35 años el candidato más joven de las primarias y el único que ha superado el millón de votos, algo que no pasaba desde las primarias de 2013 que encumbraron a la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2014-2018).
«A quienes aún dudan, a quienes luchan hace muchos años por cambiar el modelo: acá encontrarán las puertas abiertas en una candidatura que sabe escuchar», agregó.
¿Y la centroizquierda?
Con estos resultados, la gran incógnita ahora es si la presidenta del Senado, la demócrata-cristiana Yasna Provoste, lanzará su candidatura antes de la fecha límite del 23 de agosto -sin someterse a primarias ciudadanas- o si por el contrario se unirá a Boric.
La misma duda planea también sobre la carta del Partido Socialista, la exportavoz de Bachellet Paula Narvaez. Y también está en el aire las posibles candidaturas del ultraderechista José Antonio Kast y el alcalde izquierdista de Valparaíso Jorge Sharp, con gran arraigo entre los manifestantes de 2019.
La primera vuelta de las elecciones se celebrará el 21 de noviembre y la segunda el 19 de diciembre. Quien resulte ganador tendrá que sacar a Chile de la crisis múltiple que afronta el país (social, institucional, sanitaria y económica) y someter a referéndum y promulgar la nueva Carta Magna.
Por: Agencia