Chile amaneció este lunes tratando de asimilar la apabullante victoria de Gabriel Boric en las elecciones, un exlíder estudiantil que se convertirá en el presidente más joven de la historia del país y que podría construir el gabinete más izquierdista desde Salvador Allende (1970-1973).
Con tan solo 35 años -la edad mínima par optar al cargo-, el izquierdista arrasó en las urnas cosechando el 55,8 % de los votos contra el 44,1 % del ultraderechista José Antonio Kast, haciendo también historia como el presidente más votado de la democracia, con 4,6 millones de votos.
«Como minoría sexual que soy, no tenía otra alternativa que Boric. Ayer dijo que el nuevo Chile lo íbamos a construir entre todos y estoy muy feliz», dijo a EFE el joven Martín Flores.
Para Elizabeth Gálvez, de 50 años, «vienen tiempos de cambio con mejor salud, educación y viviendas dignas», indicó por su parte a EFE.
El pensionado Sergio Caballero, en cambio, no es tan optimista. «El tema de fondo es que sin crecimiento económico no va a haber dinero para cumplir con las expectativas de la gente. Para gastar hay que generar ingresos», alertó a EFE.
Apoyo transversal
Su principal bastión es la Región Metropolitana, que alberga a la capital y donde se impuso con el 60,3 % de los votos, ganando en la mayoría de las 32 comunas. La región costera de Valparaíso, la segunda más poblada y donde cosechó el 59,3 %, es también un importante baluarte.
Contra todo pronóstico, el izquierdista venció en 11 de las 16 regiones del país, haciéndose fuerte en algunas que en primera vuelta optaron por Kast o por el polémico economista liberal Franco Parisi.
Su primer acto oficial como presidente electo fue una reunión con el actual mandatario, el conservador Sebastián Piñera, en La Moneda (sede gubernamental), a cuyas puertas acudieron para recibirlo cientos de personas.
Tras un protocolario apretón de manos, ambos abordaron el traspaso de poder, la pandemia y la reactivación económica, entre otros temas.
«Me parece relevante la continuidad del Estado más allá de las legítimas diferencias políticas que a veces, como es el caso, pueden ser muy grandes», afirmó Boric tras el encuentro.
Acudieron a la cita su jefa de campaña, Izkia Siches, y su principal coordinador político, Giorgio Jackson, las dos figuras más fuertes que lo respaldan y dos nombres que resuenan como posibles cartas ministeriales.
Incertidumbre sobre el gabinete
Aunque todavía quedan más de dos meses para su investidura y lo habitual es anunciar el gabinete a finales de enero, Boric dijo este lunes que espera nombrarlo «lo más pronto posible» y que será un Gobierno «que entregue certezas».
Todavía no ha dado ninguna pista, más allá de que será paritario y contará con figuras independientes. «Me gustaría contar con gente de regiones, que entienda le diversidad de nuestro país», adelantó tras reunirse con Piñera.
De su propio comando asoman figuras como el exfiscal Carlos Gajardo para Justicia y la economista Andrea Repetto para Hacienda o Economía.
Se asume una entrada al Gobierno del Partido Comunista, del que se barajan nombres como Karol Cariola o Camila Vallejo, dos jóvenes diputadas de un ala renovada del grupo.
No hay certezas de qué rol tendrán en la administración partidos históricos de centro izquierda, como el Partido Socialista y el Partido por la Democracia (PPD), que no forman la coalición de Boric (Frente Amplio y Partido Comunista), pero que lo apoyaron en el balotaje.
El apabullante triunfo de Boric abre interrogantes en la derecha, que apoyó en bloque a Kast en la segunda vuelta y que ahora se encuentra en sus horas más bajas.
Aunque el ultraconservador aseguró la noche del domingo que su proyecto «no es pasajero», ya hay voces que rechazan erigirlo como el principal líder de la oposición a Boric y piden buscar nuevas caras.
Chile Vamos, la coalición oficialista de derecha y en la que no está integrado el Partido Republicano de Kast, realizó este lunes una reunión para explorar las posiciones de los cuatro partidos que integran el bloque.
«Nosotros representamos la mitad de Chile en el Parlamento (…), donde estamos casi empatados y el mensaje que obtuvimos ayer es que tenemos que hacer una oposición firme», dijo Francisco Chahuán, presidente de Renovación Nacional, principal partido del grupo.
Durante la jornada, la presidenta del órgano que redacta la nueva Constitución, la académica indígena Elisa Loncón, aseguró confiar en el respaldo del nuevo presidente al proceso constituyente: «Es muy importante que las instituciones se pongan al servicio del trabajo de la convención».
Boric, que trae bajo el brazo una amplia agenda social, tendrá la tarea de implementar las normas de la nueva carta magna y deberá también coser las heridas de la fuerte crisis social de 2019 y liderar la recuperación pospandémica.
Por: Agencia