El Centro de Justicia y Paz (Cepaz) documentó un total de 253 femicidios consumados y 134 frustrados durante 2023.
“Eso quiere decir que alguien intentó poner fin de forma violenta a la vida de una mujer venezolana cada 22 horas y cada 36 horas tuvo éxito”, dijo Cristina Ciordia, coordinadora de incidencia de la organización, en entrevista para Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias.
Destacó que el Estado no levanta esta data, por lo que no se conoce la magnitud de este problema y, en ausencia de esta información, es imposible generar políticas eficientes que puedan revertir estas cifras de femicidio.
De acuerdo con la data levantada por Cepaz, más del 60% de los victimarios eran conocidos de la mujer y más de la mitad de este porcentaje era pareja o expareja de la víctima. “Es cónsono con la tendencia dentro de los crímenes por violencia de género”, indicó.
Al menos 96 menores de edad quedaron huérfanos por la muerte de sus madres, 27 presenciaron los hechos y 10% de los victimarios se suicidaron luego de cometer el femicidio.
Del total de casos, en solo cinco hubo denuncias previas de las víctimas. Ciordia afirmó, con seguridad, que muchas más mujeres fueron acosadas o violentadas antes de su asesinato, pese a no denunciar a las autoridades de seguridad.
“Siempre, en los casos de violencia de género, hay limitantes para denunciar, no solo en Venezuela, en cualquier parte del mundo porque hemos normalizado mucho la violencia. No se considera su verdadera gravedad hasta que es demasiado tarde. Por otro lado, en Venezuela, las víctimas con frecuencia se encuentran con que el personal al que tienen que hacerle la denuncia no las toman en serio, no les creen o no conocen las leyes y protecciones a las que tienen derecho. No saben tomar la denuncia y las víctimas consideran que denunciar no las va a llevar a ninguna parte”, explicó.
Destacó que solo 36% de los femicidas fueron arrestados o estuvieron bajo custodia policial, pero esto está lejos de significar justicia.
De acuerdo con Ciordia, para lograr más justicia inicialmente lo que se debe hacer es no normalizar y aceptar la violencia. “No hay grito que pueda ser aceptado porque la violencia escala”, sostuvo.
“Necesitamos un sistema de justicia más robusto, mayor comprensión de las leyes que tenemos que serían buenas si se aplicaran de la forma debida. Necesitamos menos armas en las calles, porque estas aumentan las probabilidades de una acción femicida fatal”, puntualizó.
Por Agencia.