jueves, septiembre 26

Devotos de todos los rincones de Nueva Esparta estuvieron movidos por la fe a Vallita

Devotos de todos los rincones de Nueva Esparta y de otros estados del país, movidos por un profundo sentimiento de amor y fe, se concentraron, la mañana de este domingo en el Campo Eucarístico, para celebrar en su día a la Virgen del Valle, patrona de Oriente, los pescadores y de la Armada Nacional, en la Solemne Eucaristía Pontifical, presidida por el obispo de la Diócesis de Margarita, Monseñor Fernando Castro Aguayo, junto al presbítero, Andrés Villarroel, párroco y rector de la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle.

Bajo el lema de este año 2024 «María Reina de la Paz», el obispo de Margarita inició la santa misa haciendo una invitación a la feligresía de convertirse en apóstoles de la paz, reseñó el Sol de Margarita.

Se refirió a que no es lo llamativo o lo espectacular, es el amor y lo sencillo lo que mueve el corazón de nuestra madre.

Al mismo tiempo, se solidarizó con «el dolor que tienen nuestros niños de Nueva Esparta, del oriente de Venezuela, y del mundo entero, esos niños que reciben una educación que tiene calidad escasa, muy pobre», igualmente por la escasa alimentación en niños y adultos mayores.

Resaltando que la iglesia se suma a través de los bautizados, creyentes y también de modo organizado a ayudar a la formación básica de nuestros niños y jóvenes, para que tengan las coordenadas humanas y cristianas que los lleven a gozar de una vida digna.

Reconoció el esfuerzo que se hace desde las parroquias y otras iniciativas organizadas o personales en favor de los niños, adolescentes y adultos mayores.

«Todas estas cosas requieren un corazón enamorado de la madre de Dios y del deseo de desarrollar nuestras capacidades junto con otros hombres y mujeres de buena voluntad en favor del ideal más noble, el servicio», agrega el obispo.

Propone que en estos tres meses que durarán las fiestas de la Virgen del Valle se haga el rezo del Santo Rosario, personalmente o en familia, para unirnos a la petición por la paz.

Finaliza agradeciendo al señor la presencia de tantos héroes y heroínas anónimos, personas humildes de corazón que día a día siembran, sostienen e impulsan con su vida, su servicio y su trabajo, el amor maravilloso a la Virgen del Valle.

Como todos los años la Virgen del Valle luce radiante en la celebración. Estrenó un vestido de tonos blanco y dorado, donado por José Alejandro Rodríguez, decorador de la virgencita. El diseño de la prenda está inspirado en las cinco camareras de la Patrona de Oriente que la atendieron durante los últimos años: Cecilia Mata, Belén Sánchez, Luisa Berbín, Luisa Rojas y Carmen Salazar. También se rinde tributo a Agustín González, quien por muchos años fue bajador de la Virgen.

En cuanto a la parte musical de la eucaristía, participaron alrededor de 80 personas entre músicos y cantantes en representación del ensamble musical «Un lado de mi sol», el coro Ciudad de Porlamar, Academia Jóvenes Artistas, los coros parroquiales de Pampatar, Juan Griego, El Valle, La Asunción, Virgen del Valle Mundial, Niños Cantores; así como del Orfeón Nueva Esparta.

Se contó con el apoyo y resguardo de los organismos de seguridad que hacen vida en el estado, quienes se han mantenido desplegados desde el inicio de las festividades de la santa patrona, garantizando la paz y tranquilidad de los residentes y visitantes.

El año próximo se conmemoran los 500 años de la llegada de la sagrada imagen de la Virgen del Valle a las tierras insulares.

Por: Agencias / Foto: Cortesía