domingo, diciembre 22

Casa Blanca culpa a Abbott por la muerte de una niña migrante de 3 años

El gobernador de Texas Greg Abbott pone en peligro a los migrantes con su política fronteriza, acusó la Casa Blanca el lunes después de la muerte de una niña de 3 años que viajaba en uno de los autobuses que Abbott ha estado enviando con migrantes a diferentes ciudades grandes del país.

Durante su acostumbrada conferencia con los medios, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre respondió una pregunta de un reportero sobre la muerte de la niña calificando el hecho de “horrible” y ofreció sus condolencias a la familia.

Abbott podría colaborar con el presidente en los asuntos de la frontera y la inmigración, pero en cambio ha optado por acciones peligrosas e “ilegales”, dijo Jean-Pierre.

Está minando lo que estamos tratando de hacer, lo que el presidente trata de hacer, lidiar con… un sistema estropeado de una manera humana, tratando de hacerlo de una manera efectiva”, dijo Jean-Pierre.

La vocera presidencial se abstuvo de culpar explícitamente a Abbott de la muerte de la niña migrante, pero defendió las políticas fronterizas del presidente y dijo que Abbott continúa implementando medidas contraproducentes.

Desafortunadamente, no solo pone en peligro a los migrantes jóvenes, o a los migrantes en riesgo, sino que también pone en riesgo a la Patrulla Fronteriza mientras trata de hacer su trabajo”, dijo.

Y (Abbott) interfiere con eso todos los días”.

Asistentes de Abbott no respondieron a pedidos de comentario.

Texas y el gobierno federal tienen una disputa por el uso de barreras de boyas en el río para detener el paso de migrantes bajo la Operación Lone Star del gobernador texano.

Recientemente Abbott dijo que su campaña de transporte de migrantes en autobuses ha llevado más de 30,000 migrantes a Washington, Nueva York, Chicago, Philadelphia, Denver y Los Ángeles.

Vamos a seguir transportando migrantes a ciudades santuario hasta que Biden haga su trabajo y asegure la frontera”, escribió Abbott en X, anteriormente Twitter.

La niña viajaba en un autobús que salió de Brownsville con destino a Chicago y murió el jueves en el condado de Marion, Illinois, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública de Illinois.

Troy Cannon, médico forense del condado de Marion, dijo el lunes a The Dallas Morning News que la niña enfermó en el camino y que llegó a tener una temperatura de unos 100 grados.

Agregó que estaba a dos semanas de cumplir cuatro años, pero no quiso dar más detalles sobre su muerte.

Los resultados preliminares de la autopsia no son concluyentes, pero se están haciendo más pruebas que podrían establecer qué fue lo que pasó.

Cannon dijo que los resultados de esas pruebas adicionales deberán estar disponibles en un par de semanas.

El cuerpo de la niña ya fue entregado a su familia, dijo.

La División de Manejo de Emergencias de Texas dijo el viernes que ninguno de los pasajeros presentaba fiebre o malestares que requirieran asistencia médica antes de iniciar el viaje.

La dependencia no respondió a un mensaje de email el lunes en que se le pedía más información.

Anteriormente la Casa Blanca había fustigado a Abbott por su orden de transportar migrantes en autobuses como una cruel artimaña política, como cuando unos migrantes fueron dejados justo afuera de la residencia oficial de la vicepresidenta Kamala Harris en Naval Observatory, Washington.

Los autobuses se han convertido en tema de plática entre los conservadores, quienes llaman hipócritas a los alcaldes demócratas de las ciudades a donde llegan, señalando que pequeñas comunidades fronterizas de Texas se han visto rebasadas por mayores cantidades de migrantes.

La Operación Lone Star ha sido criticada por grupos activistas y legisladores demócratas quienes dicen que el alambre de púas y las boyas en el río son un peligro para los migrantes.

El estado ha defendido esas medidas como un intento de desviar a los migrantes hacia los puertos de entrada legales, y Abbott ha dicho que no se han impartido órdenes que “pongan en peligro la vida de quienes intentan cruzar la frontera ilegalmente”.

El Departamento de Justicia quiere que la barrera de boyas de 1,000 pies de largo sea retirada del Rio Grande.

Texas ha argumentado que el río es muy poco profundo en ese punto para que el gobierno federal reclame jurisdicción.

Los aliados de Abbott en el Congreso han defendido sus acciones en la frontera y han pedido al gobierno federal reembolsar al estado por ese gasto.

 

Por: Agencia