viernes, noviembre 22

Carta a Karim Khan

Respetado doctor Karim Khan, fiscal general entrante de la Corte Penal Internacional (CPI), me dirijo a Usted, en mi condición de venezolano, de dirigente político perseguido y en el exilio, que fue obligado, como muchos otros conciudadanos, a abandonar su país dejando atrás parte de su familia, su hogar, sus amigos y sus recuerdos, para exigir que se haga justicia para Venezuela.

La causa en contra de Nicolás Maduro Moros y su dictadura que se desarrolla en la Corte Penal Internacional, se desarrolló a paso sumamente lento. En diciembre de 2020, su antecesora, la Fiscal Fatou Bensouda anunció que se había llegado a una nueva fase de la causa, confirmando que la dictadura de Maduro sí habría cometido crímenes de Lesa Humanidad en Venezuela. Esta fue la última actualización que se supo.

En el acto de toma del cargo usted manifestó que se comprometía a cumplir sus funciones y a ejercer su poder como fiscal con “honor, fidelidad, imparcialidad y concienzudamente”, basado en esos valores que Usted ostenta, es que esperamos de Usted más de lo que logramos con su antecesora, quien cerró su gestión dejando al pendiente varias tareas, como las tensiones con países africanos, los expedientes abiertos a Venezuela y Bolivia o los crímenes en Afganistán y Palestina, entre otras decisiones no menos trascendentales.

Usted es especialista de Derechos Humanos, ha sido subsecretario general en las Naciones Unidas, desde donde dirigió una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo yihadista Estado Islámico, estamos seguros que el talante criminal de Nicolás Maduro Moros no es un asunto que le es ajeno.

La causa venezolana ya se encuentra en la tercera fase del Examen Preliminar, esperamos que en sus manos y con su temple avance a la cuarta fase, de allí se declare de Interés Judicial, se abra la fase de investigación y se judicialice a Nicolás Maduro hasta llegar a la fase de las reparaciones.

Las más de seis millones de familias venezolanas que han sido separadas a la fuerza y dispersadas por todo el mundo, así se lo exigen, los padres y las madres de todos los jóvenes que fueron asesinados durante las protestas bajo el fuego de la represión de Maduro, así lo claman. Toda Venezuela le reclama justicia, y en ausencia de estado de derecho en nuestro país, todas las esperanzas están cifradas en el órgano que usted ahora dirige, la CPI.

Siempre lo hemos sostenido, en el caso venezolano, la justicia tarda, pero sabemos que llegará.

Ya el órgano que asume ha hallado fundamentos en la investigación que son más que razonables y que señalan al régimen junto a su aparato policial, militar y parapolicial como culpables de encarcelación, represión, tortura, violación, violencia sexual y persecución de venezolanos, actos cometidos con motivos políticos.

En los documentos que se encuentran en su nuevo despacho se especifican y enumeran a las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro cuyos miembros están siendo señalados de crímenes, dentro de los cuales se cuentan a la Policía Nacional Bolivariana; el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), la Dirección General; de Contrainteligencia Militar (DGCIM), la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS), unidades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y hace especial mención a los colectivos, tal como llaman a los grupos civiles parapoliciales que actúan a favor del régimen.

Obviar todos estos documentos, investigaciones y expedientes, sería un real despropósito y un pésimo comienzo en su gestión de nueve años que recién inicia. Y es que debe entender que este régimen tiene que pagar con cárcel y justicia tanto mal, tanta maldad y tantos crímenes cometidos en contra de todo un pueblo.

Con todo respeto, pedimos celeridad e imparcialidad en esta causa, pues un día más de injusticia, se traduce en más torturas, sufrimiento, muertes, y violaciones a los Derechos Humanos.

Es imperativo una Corte Penal Internacional que ponga freno a Nicolás Maduro, y a todos los criminales que lo rodean, para poner fin a los crímenes de Lesa Humanidad que se han cometido con total impunidad. En sus manos está la libertad de Venezuela

Atentamente, Lester Toledo, venezolano en el exilio.

Por Lester Toledo