Más de 20 años de hegemonía tienen los gobernantes oficialistas mandando en los municipios Candelaria y Carache en el estado Trujillo, misma que no ha servido para que se articulen y consoliden una gestión que beneficie a los habitantes de ambas localidades, mucho menos que se ocupen de la vialidad que comparten y que con la situación de las lluvias se agrava cada día.
De esto acusan los transeúntes y conductores que deben circular por las vías que, como denuncian, se encuentran en pésimo estado, lo que ha generado accidentes que han ocasionado daños a personas y vehículos.
Esta carretera trasandina que comunica a Candelaria y Carache, desde el sector de «Los Silos» hasta el «Puente Gómez» ahora Puente Bolivariano en Chejende, pasando por la Aldea Japaz, ramal de Cuicas, desde la entrada para llegar a ese pueblo por Casa de Zinc, Valle Hondo, La Cuchilla y Puente Villegas, hasta arribar a La Pastora y La Libertad es como transitar por un territorio en guerra, denuncia un conductor.
Este tramo se encuentra en pésimas condiciones hasta Chejendé con socavamientos de gran magnitud, sin señalización, el monte se come la vía, las cunetas están tapadas por lo que genera ríos en plena carretera, teniendo el agravante de los vehículos de carga pesada que circulan.
Desidia y abandonó es la situación en la que están las carreteras de ambos municipios específicamente la que conduce a la parroquia Chejendé, un problema constante que enfrentan no solo los conductores de Candelaria, sino también los que se trasladan a Carache, realidad que desde hace varios años los vecinos claman por la asistencia gubernamental.
Contrario a los lemas de los diferentes gobiernos municipales, que según estos estarían orientados en una visión de trabajo que permita impulsar el área económica y productiva del Estado, lamentablemente eso quedó sentado en los auspicios teóricos, actualmente la región sufre una grave crisis en las diferentes vialidades y servicios públicos lo que son denunciados a diario por los trujillanos.
Por: Agencia