La cantante sueca Loreen ganó el sábado el Festival de la Canción de Eurovisión con su poderosa balada “Tattoo”, en un colorido y ecléctico concurso musical que por segundo año consecutivo se vio ensombrecido por la guerra en Ucrania.
La diva de Estocolmo superó actuaciones de representantes de otros 25 países para llevarse la corona pop del continente en Liverpool. El finlandés Käärijä quedó en segundo lugar en una cerrada batalla entre los países nórdicos.
Loreen ya se alzó con el trofeo en 2012 y es la segunda competidora en llevarse el premio dos veces, después del irlandés Johnny Logan en la década de 1980.
Gran Bretaña organizó Eurovisión este año en nombre de Ucrania, que ganó el año pasado, pero no pudo organizar el concurso debido a la guerra. Sirenas antiaéreas se escuchaban en Ucrania mientras se desarrollaba el festival.
Bajo el lema “unidos por la música”, Eurovisión fusiona el alma de la ciudad portuaria inglesa que vio nacer a The Beatles con el espíritu de una Ucrania asolada por la guerra.
Imágenes y sonidos de Ucrania estuvieron presentes en el espectáculo, empezando con un video en la apertura de los ganadores de Eurovisión 2022, Kalush Orchestra, cantando y bailando en un metro en Kiev, con la tonada interpretada por músicos en el Reino Unido, entre ellos Kate, la princesa de Gales, en el piano.
El grupo de folk-rap se presentó en el escenario del Liverpool Arena sobre un enorme par de manos extendidas, acompañado por una aglomeración de tambores.
Los concursantes de los 26 países finalistas entraron a la arena en un desfile de banderas al estilo olímpico, al ritmo de presentaciones en vivo de actuaciones ucranianas, incluido Go A, Jamala, Tina karol y Verka Serduchka, todos participantes previos de Eurovisión.
Ahora en su 67mo año, Eurovisión se presenta como el concurso musical más grande del mundo, una fiesta del pop. Los competidores tuvieron tres minutos cada uno para fusionar melodías pegadizas con vistosos espectáculos para conquistar los corazones de los millones de espectadores.
Loreen había sido la favorita y ganó por mucho la mayoría de los votos de los jueces profesionales en el complejo sistema de votación de Eurovisión. Se enfrentó a una cerrada competencia de Käärijä, quien ganó el voto del público. Käärijä derrochó energía vestido con un vistoso bolero verde mientras alternaba entre una voz de metal y la de un cantante melódico en el himno festivo “Cha Cha Cha”. La pegadiza canción fue una de las más cantadas por el público en la noche.
Por: Agencia