martes, noviembre 5

Brasil gana la Copa América Femenina tras vencer a Colombia 1-0

Un gol de penalti le dio a Brasil su octavo título de la Copa América Femenina tras vencer a Colombia. El partido enfrentó a dos selecciones parejas que llegaban invictas a la final, pero la ‘Canarinha’ demostró por qué era la favorita derrotando a las locales en la ciudad colombiana de Bucaramanga.

Una imagen que se repite. Brasil alza el trofeo de la Copa América Femenina, la octava de su palmarés. La ‘Canarinha’ venció a Colombia 1 – 0 en un encuentro cerrado, en el que los errores colombianos determinaron el resultado del partido.

Imagen

El primer gol llegó en el minuto 39, desde el punto penalti. La delantera Debinha remató al palo derecho luego de una falta cometida por colombiana Manuela Vanegas.

El tanto dejó en silencio al estadio Alfonso López de Bucaramanga, en el noreste de Colombia, pintado de amarillo por la hinchada tricolor.

El duelo enfrentó a dos selecciones que habían llegado invictas a la final del torneo, mostrando su calidad futbolística en la fase de grupos y en las semifinales.

El control del balón estuvo dividido entre ambos equipos: la ‘Canarinha’ tuvo un 57% de posesión mientras que la Tricolor tuvo 43%.

Esta vez no fue para nosotras”, aseguró la ‘11’ de Colombia, Catalina Usme, que agregó: “Estamos felices y tranquilas porque dimos lo mejor de nosotras”.

Sin embargo, Brasil mostró por qué la daban como favorita. Terminó el torneo sin perder ningún partido, anotó 20 goles y el arco de Lorena Leite terminó en ceros.

Al finalizar el partido, la defensora brasileña Antonia sentenció que el juego de hoy responde a un proceso de “muchos años” que ahora continúa.

Las dos selecciones se medirán en el Mundial de 2023 y en los Juegos Olímpicos de 2024, y Brasil se enfrentará al ganador del encuentro entre Alemania e Inglaterra en la Eurocopa Femenina.

Colombia – Brasil: un cara a cara de alto nivel

Una entrada cargada de simbolismo marcó el comienzo de la final de la Copa América. Dos históricas del fútbol femenino sudamericano llevaron el trofeo del torneo al campo de juego. Liliana Zapata, conocida en Colombia como ‘Lilo’, y Miraildes Maciel Mota, reconocida en Brasil como ‘Formiga’, entraron al terreno para recordar que las mujeres llegaron al fútbol hace tiempo y que los éxitos de las dos selecciones cosechados en este torneo tienen raíces profundas en la historia.

El pitazo inicial marcó el inicio de un encuentro que, según muchas predicciones, iba a tener un dominio absoluto de las brasileñas. Sin embargo, Colombia buscó revertir los números y en la primera parte del partido se acercó al arco brasileño en varias ocasiones.

La pelota quieta derivó en las opciones más claras de las colombianas, como un remate de la jugadora de América de Cali, Catalina Usme, que fue rechazado por la guardameta brasileña.

Pero Brasil también atacó. Remató desde media distancia y puso a prueba la capacidad de la arquera colombiana, Catalina Pérez, que se estiró para negarle las opciones al conjunto dirigido por Pia Sundhage.

Un primer tiempo cerrado que solo se definió por los errores colombianos. La lateral de la Real Sociedad, Manuela Vanegas, derribó en el área a la ‘9’ de las brasileñas, Debinha. Y María Laura Fortunato, la árbitra del partido, marcó el penalti.

La delantera brasileña remató con seguridad al costado derecho del arco en un disparo inalcanzable para Pérez. Un gol con el que sumó cinco tantos en la competencia.

Así, Brasil logró imponerse en el marcador, que permaneció con el mismo resultado hasta el final del partido.

El segundo tiempo mostró a un Brasil seguro y organizado que desdibujó el juego colombiano en los primeros minutos. Sin embargo, la Tricolor volvió hacerse con el balón en los últimos minutos y probó con varios remates a distancia de Catalina Usme.

La joven Linda Caicedo, que había sido una de las sorpresas del torneo, intentó desbordar a las brasileñas que, con una organizada defensa, evitaron sus ataques.

Brasil tuvo varias llegadas en los pies de Bia Zaneratto, una de las goleadoras del torneo. Sin embargo, no pudo concretar.

El juego terminó con la mínima diferencia y con una imagen de dos equipos parejos. Colombia remató cinco veces al arco y Brasil lo hizo cuatro veces, mientras que la ‘Canarinha’ estuvo más acertada con los pases con un 72% de precisión frente a el 64% de las cafeteras.

Brasil reitera su poderío

La Copa América Femenina dejó una clara conclusión: Brasil es un referente no solo del fútbol sudamericano, sino del fútbol mundial. Con su superioridad frente a todos los otros equipos de la competencia, la ‘Canarinha’ mostró que tiene historia, pero que también tiene futuro.

La dirección de la sueca Pia Sundhage le ha imprimido una marca propia al ‘jogo bonito’ que ya venía construyendo el conjunto verde-amarela. La técnica tiene una larga trayectoria en selecciones que resaltan a nivel mundial, como Estados Unidos, y su proyecto con Brasil buscará dar de qué hablar en el Mundial de 2023.

Además, la octava Copa América para Brasil habla del nivel de su fútbol local. Doce de sus jugadoras hacen parte de clubes de su Liga Femenina.

Colombia: una selección consolidada que reclama garantías para su fútbol local

Colombia mostró su mejor versión en el torneo que disputó de local. La Tricolor ha llevado un largo proceso para perfeccionar su nivel futbolístico y esta vez, bajo el mando de Néstor Abadía, con jugadoras experimentadas y caras nuevas logró permanecer cinco partidos sin conocer derrota.

El torneo resaltó la importancia de figuras como Catalina Usme y Daniela Montoya, la capitana, que han consolidado una larga trayectoria en la selección, pero también catapultó la imagen de futbolistas como Linda Caicedo que, con solo 17 años, fue determinante para el ataque del equipo.

Colombia tiene un gran potencial para sellar su competitividad a nivel mundial tanto en los Olímpicos como en el Mundial.

Pero las cafeteras no solo dieron de qué hablar en el campo, donde anotaron 14 goles, sino que también buscaron mandar un contundente mensaje a las directivas encargadas de la Liga Femenina de su país.

Con los puños alzados, las jugadoras demandaron garantías de un torneo que no se jugará en la segunda mitad de este año y que no hace eco al nivel futbolístico que mostró en cada encuentro la selección.

Por: Agencia