El presidente de Chile, Gabriel Boric, destacó este viernes que se dan las condiciones «para iniciar un nuevo camino» en el diálogo con el pueblo mapuche, la comunidad indígena más grande del país que enfrenta en algunas zonas del sur un conflicto territorial con empresas forestales y el Estado.
En el marco de su segundo día de gira en la región de La Araucanía, el mandatario recalcó que se puede «aislar a quienes creen que la violencia es el medio», en referencia a organizaciones mapuche que reivindican la acción directa y la violencia política como táctica para concretar sus objetivos.
«Después de la reunión que vamos a tener con los lonkos y las comunidades, vamos a socializar parte de las propuestas que tenemos para retomar el diálogo con el pueblo nación mapuche, y abordar parte de la deuda pendiente que tiene el Estado de Chile», señaló el Jefe de Estado chileno en entrevista con la radio local Lonquimay, previa al inicio de una cargada agenda privada para cerrar su esperado paso por la región.
Durante la conversación, Boric fue consultado por el primer intento que su gobierno desplegó para entablar diálogo con comunidades en conflicto, en particular la fracasa visita de su primera ministra del Interior, Izkia Siches, a Temucuicui, donde fue recibida con disparos al aire obligando la retirada de su comitiva en marzo pasado.
“Nosotros tuvimos como gobierno, y creo que es importante reconocerlo, un paso en falso en nuestra primera visita, en donde pecamos de voluntarismo”, apuntó Boric.
Desde mayo pasado, en la zona rige un estado de excepción constitucional ratificado por el Congreso en 11 oportunidades, herramienta constitucional que permite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
Durante la visita de Boric se registraon múltiples ataques incendiarios, algunos de ellos reivindicados por organizaciones radicales como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), la más relevante del movimiento autonomista mapuche que impulsa una línea de «liberación nacional».
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la «Pacificación de La Araucanía» y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
En este contexto, son frecuentes los ataques incendiarios a maquinaria y predios, y el conflicto ha costado la vida a un gran número de comuneros mapuche a manos de agentes del Estado, registrándose además la muerte de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.
Por: Agencias / Foto: Cortesía