El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ofendió este domingo a una periodista por una pregunta formulada durante el primer debate entre los candidatos a las elecciones del próximo 2 de octubre.
Bolsonaro acusó a la periodista Vera Magalhaes de «mentir» y «tomar partido» con una pregunta que le formuló a otro candidato y, con tono irónico, le dijo que cree que la periodista siente «alguna pasión» por él.
Los electores brasileños han podido ver este domingo, en el primer debate televisado de la campaña, el primer mano a mano entre los dos favoritos a presidir Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
El izquierdista y el actual presidente, de extrema derecha, se han enfrentado a cuenta, sobre todo, de los escándalos de corrupción en torno a Petrobras y de la paga para los más pobres. Ambos han acusado al otro de mentir. Junto al dúo, estaban otros cuatro candidatos que tienen menos de 8 % de la intención de voto. La primera vuelta se celebrará dentro de 35 días.
El debate, organizado por diversos medios de comunicación y dividido en tres bloques, estaba regido por unas barrocas reglas.
Una de las consecuencias de las normas es que los candidatos podían preguntar a uno de sus pares. Y Bolsonaro ha elegido preguntar a Lula. ¿El asunto? La corrupción en la empresa Petrobras, el escándalo multimillonario de pago de sobornos que llevó a la cárcel a decenas de empresarios y políticos, incluido Lula, cuyas condenas fueron anuladas.
Lula, que gobernó entre 2003 y 2010, respondió a la defensiva. Afirmó que “no hubo presidente de la República que hizo más para investigar la corrupción” que él y enumeró una batería de medidas aprobadas en aquellos tiempos para combatir las corruptelas. Solo cuando el debate estaba mucho más avanzado, ha sacado el izquierdista a Bolsonaro trapos sucios, en concreto, escándalos de corrupción que han afectado a sus Gabinetes. El actual presidente le ha llamado varias veces “expresidiario”.
El actual y el anterior presidente también se han enzarzado a cuenta de las ayudas sociales para los brasileños más pobres. Bolsonaro ha reprochado a Lula que el programa Bolsa Familia, que fue el gran símbolo de los gobiernos progresistas, suponía tres veces menos de la paga mensual actual, llamada Auxilio Brasil, que es de 600 reales. Lula le ha respondido que, pese a las promesas del presidente, la cuantía solo está garantizada hasta final de año. Esa paga es la gran apuesta de Bolsonaro para atraer votos entre los brasileños más necesitados.
Por: Agencia