El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desafió la decisión de un juez de la Corte Suprema de incluirle en una investigación sobre ataques a la democracia a través de internet y preguntó si allanarán su residencia oficial.
“¿A quién van a mandar? ¿A la Policía Federal o a las Fuerzas Armadas?”, planteó sonriendo y hasta en tono desafiante frente a un grupo de seguidores a las puertas del Palacio de la Alvorada, la residencia de la Presidencia en Brasilia.
Bolsonaro pasó a ser investigado por esos asuntos tras desatar una dura campaña de descrédito contra las urnas electrónicas usadas en los procesos electorales que se celebran en Brasil desde 1996, que hasta hoy no han sido objeto de una sola denuncia de fraude.
No obstante, según Bolsonaro, ese sistema propicia las trampas y ahora mismo se estaría orquestando una maniobra para las elecciones presidenciales de 2022 en favor del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, el gran favorito para el año próximo según todas las encuestas.
Con esa premisa, el mandatario exige que para 2022, en paralelo al voto electrónico, se retome el sufragio con papeletas, pese a que en su momento era motivo de constantes dudas y denuncias de fraudes, detalla EFE.
Sistema respaldado
Empresarios, políticos y líderes religiosos de Brasil se pronunciaron este jueves en un manifiesto a favor del actual sistema electoral, duramente criticado en los últimos días por Bolsonaro, quien no presentó pruebas de los posibles fraudes que alega.
“Brasil tendrá elecciones y sus resultados serán respetados”, reza el encabezado del manifiesto firmado por ejecutivos de las grandes empresas del país, líderes de diferentes iglesias y miembros de la clase política, quienes consideran que el país “enfrenta una crisis sanitaria, social y económica de grandes proporciones”.
En ese escenario, en el que el país superó el miércoles los 20 millones de casos confirmados y bordea los 560 mil fallecidos por la COVID-19, el grupo señaló que para “un futuro más próspero y justo” se necesita “la estabilidad democrática” y “la Justicia Electoral brasileña es una de las más modernas y respetadas del mundo”.
“Confiamos en ella y en el actual sistema de votación electrónica. La sociedad brasileña es la que garantiza la Constitución y no aceptará aventuras autoritarias”, concluyó el manifiesto, sin citar directamente a Bolsonaro, que lidera una muy dura y continúa campaña de descrédito al proceso vigente desde 1996.
Por: Agencias / Foto: Cortesía