Los huelguistas bloqueaban este martes la salida de carburantes en todas las refinerías de Francia, así como la circulación en vías de acceso de algunas ciudades en una jornada de paros y manifestaciones que se prevé masiva para forzar al Gobierno a dar marcha atrás a su reforma de las pensiones.
«El objetivo es que el Gobierno retire su proyecto de reforma», repitió el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez.
Martínez, líder de la segunda central del país, subrayó que el lema común de todos los sindicatos en esta nueva fase que se abre hoy es «paralizar el país».
Eso significa -precisó- perturbaciones en los transportes, en la electricidad, en el gas, en la recogida de basuras pero también «huelgas en el sector privado», reseña EFE..
El proyecto de ley del Ejecutivo de Emmanuel Macron, que está en trámite parlamentario -actualmente en el Senado-, prevé en particular el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64 y una aceleración del alargamiento del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa hasta 43 años.
Los paros se están haciendo notar mucho en el transporte público. La SNCF ha tenido que anular de media el 80 % de los trenes de alta velocidad (TGV) y prácticamente todos los otros trenes convencionales de largo recorrido.
En las líneas internacionales, no hay ningún servicio en el corredor París-Barcelona ni en las líneas entre Francia y Alemania; sólo un tren de ida y vuelta en los enlaces con Italia, y un 20 % de los habituales en las conexiones con Suiza.
Funcionan dos tercios de los Eurostar con Londres y también dos tercios de los Thalys que van de París a Bruselas. En los cercanías de París, dependiendo de las líneas entre un tercio y una quinta parte de los convoyes habituales. En el metro de la capital sólo hay servicio normal en las dos líneas automáticas, la 1 y la 14. Las otras apenas están a medio gas y sólo en horas punta.
Por: Agencia