Tom Bower, biógrafo de la realeza británica, brindó nuevos detalles acerca de la disputa entre los duques de Sussex y los Beckham. Según Bower, las hostilidades comenzaron en 2018, año en que el príncipe Harry invitó a David Beckham a Sidney para ser parte de una competición para militares heridos. La invitación se dio cinco meses antes, durante la boda de Harry y Meghan, y para cuando llegó el día, muchas cosas habían cambiado en la pareja, a tal grado que en el momento que Beckham aterrizó en Sidney, nunca pudo encontrar a Harry, pues este se habría negado a interactuar con Beckham.
Antes de ese desaire, los duques de Sussex y los Beckham tenían una gran amistad, a tal grado que previo a su boda, Meghan se instaló en la lujosa mansión de Los Ángeles de David y Victoria, ¿qué fue lo que cambio en su relación? Según Bower, la responsable sería Markle, quien a partir de convertirse en esposa de Harry, trató de cuidar mucho su imagen pública. Para el evento en Sidney, Markle no quiso que la presencia de la entonces estrella del Real Madrid y su esposa cuya carrera en la industria de la moda es meramente legendaria, opacara a la pareja real, reseñó Infobae.
El viaje a Australia era el comienzo de la gira real, por lo que Meghan quería que todo saliera perfecto. Según Bower, la nueva miembro de la familia real buscaba convertirse en una réplica de Diana de Gales.
“La visita de Meghan a Australia fue su primera gira real al extranjero y pareció ser todo un éxito. El encuentro con multitudes de admiradores convenció a Meghan de que era la nueva Diana de la Familia Real (…) Acusada en Londres de acosar a su personal -episodios que ella ha negado-, tanto ella como Harry buscaban constantemente en Internet comentarios odiosos sobre sí mismos. En su mal humor, parecía que no estaba dispuesta a tolerar que apareciera en los medios nada halagador sobre los Beckham y los Juegos”, escribió el biógrafo en una columna para The Sun.
Durante este periodo existieron varios momentos que crearon roces entre ambas parejas. Meghan quería que Victoria le proporcionara ropa de su exclusiva línea, pero eso estaba prohibido por las normas de la corona. A pesar de las críticas, las mujeres se las arreglaron para que Meghan luciera en algunas ocasiones los conjuntos de Victoria; la idea de era que Meghan sirviera como maniquí de carne y hueso, pero para mala suerte de la célebre diseñadora, las ganancias de su marca no hicieron más que mermar.
La amistad entre David Beckham y el hermano de Harry, William, también sacó de quicio a la duquesa de Sussex, pues ya desde entonces había mucha tensión debido al mejor trato que tanto William como su esposa Catalina tenían dentro de la casa real. Para 2022, y como una especie de estocada final, David Beckham voló desde Catar a Boston para un evento de caridad de William y Catalina, mientras los Sussex se encontraban en Nueva York tratando de promocionar su propia filantropía sin éxito.
Kate estaba brillando con su propia luz en la unión americana, pero el beso en la mejilla que le dio el que fue considerado el futbolista más atractivo del mundo, se llevó todos los encabezados. Esa tarde, los Beckham demostraron de qué lado estaban realmente.
Por Agencia