El cantante español, Alejandro Sanz, sorprende a sus fanáticos con el lanzamiento de su nuevo tema musical Bio, que está incluido en su reciente producción discográfica que incluye diez canciones.
«Podría poner el piloto automático o abandonarse a la inercia del prestigio cosechado durante tres décadas de conquista ininterrumpida, pero prefiere articular un sorprendente ejercicio de libertad expresiva conducido por la palabra y aliñado con piano, cuerdas y acústicas que confluyen en una estrofa final ajena a dobles lecturas. Lo que escuchas es lo que hay. Ni trampa ni cartón», reza la nota de prensa de Universal Music publicada por Unión Radio.
El músico madrileño sigue guiándose por el agudo instinto artístico que lo trajo hasta aquí, con una canción que es prácticamente un spoken word, más declamada que cantada, en la que repasa aspectos claves de su infancia y adolescencia, de sus padres, de sus compañeros, de sentirse el “rarito” y de cómo la música le salvó: “Sabía que la música era lo que me sacaría del lodo”.
Comienza recordando que “soy el hijo de María y de Jesús de Alcalá y Algeciras”, recuerda que de pequeño «siempre fui introvertido, tenía miedo, estaba ido, me gustaba la poesía, el flamenco y mi bujío», no le gustaba el fútbol y no tenía “muchos amigos, no era por mirarme el ombligo, era porque me atraía más que lo de fuera lo que tenía dentro metido”.
Cuenta que «jugaba a veces en el barrio por no parecer extraño pero no encajaba bien con los malos que mandaban en el extrarradio», que siempre se vio “rarito” y que en la escuela se hizo “el malo creyendo que así no le darían más palos, pero me los llevé en la calle y en el corazón y en los rellanos”.
Sanz recibió el pasado viernes su estrella de la fama en el Paseo de la Fama de Hollywood, quien ostenta el récord de, cantante español más premios Grammy de la historia, cuatro. Además de 24 Grammy latinos.
Por: Agencia