Los líderes de Reino Unido y Estados Unidos se reúnen el viernes en Washington para decidir si permiten que Kiev dispare misiles de largo alcance proporcionados por Occidente contra Rusia, una opción que ha elevado las tensiones con Moscú.
La visita del primer ministro Keir Starmer al presidente Joe Biden se da en un momento en que Kiev presiona para obtener permiso y Rusia advierte que dar luz verde a Ucrania significaría que la OTAN está «en guerra» con Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que la advertencia del presidente Vladimir Putin es clara: «No tenemos ninguna duda de que esta declaración ha llegado a sus destinatarios».
Los medios británicos informaron que Biden, que teme provocar un conflicto nuclear, estaría dispuesto a permitir que Ucrania despliegue misiles británicos y franceses utilizando tecnología estadounidense, pero no misiles de fabricación estadounidense.
En respuesta a la advertencia de Putin, Starmer declaró a los medios británicos que viajan con él que «Rusia inició este conflicto. Rusia invadió ilegalmente Ucrania. Rusia puede poner fin a este conflicto de inmediato».
En una señal del aumento de las tensiones, el servicio de seguridad ruso FSB anunció el viernes que se había retirado la acreditación a seis diplomáticos británicos y los acusó de espionaje.
Sin embargo, Londres rechazó las acusaciones, que calificó de «totalmente infundadas».
Las conversaciones se producen cuando Biden está a punto de dejar su cargo y dar paso a quien gane las presidenciales de noviembre, que disputan la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
Trump se negó repetidamente a tomar partido sobre el conflicto en Ucrania durante un debate electoral con Harris el martes, limitándose a decir: «Quiero que la guerra termine».
Por el contrario, la actual vicepresidenta Harris se ha comprometido a mantener un apoyo incondicional a Ucrania si es elegida.
«En guerra con Rusia»
Starmer tiene previsto reunirse con Biden en el Despacho Oval a las 20H30 GMT, pero por el momento no tiene programadas reuniones con Trump ni con Harris, ambos en campaña electoral el viernes.
Su visita -la segunda a Washington desde que el partido laborista se alzó con la victoria en julio después de 14 años- también tiene como objetivo limar asperezas sobre la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza.
De todos modos, el foco estará en Ucrania, donde preocupan sobre todo las pérdidas en el campo de batalla después de más de dos años y medio de conflicto.
Biden dijo el martes que estaba «trabajando» en las demandas de Ucrania, mientras que los jefes de la diplomacia estadounidense y británica, Antony Blinken y David Lammy, realizaron una inusual visita conjunta a Kiev el miércoles.
Blinken prometió que Washington revisaría la solicitud de Kiev y «se ajustaría, nos adaptaremos según sea necesario» para ayudar a Ucrania a defenderse.
En la actualidad, Washington solo autoriza a Ucrania a atacar objetivos rusos en las zonas ocupadas de Ucrania y en algunas regiones fronterizas rusas directamente relacionadas con las operaciones de combate de Moscú.
Pero Putin, que ha agitado la idea de un conflicto nuclear desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022, advirtió a Estados Unidos y Reino Unido contra tal medida.
«Esto cambiaría de manera significativa la naturaleza misma del conflicto. Significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos, los países europeos, están en guerra con Rusia», afirmó el jueves.
Biden ha apoyado firmemente a Ucrania desde la invasión rusa. Sin embargo, se ha mostrado prudente en cuanto a la entrega de nuevos tipos de armamento.
Por: Agencias / Foto: Cortesía