El presidente estadounidense Joe Biden anunció el lunes que nominará a Jerome Powell para un segundo período de cuatro años como presidente de la Reserva Federal.
La decisión representa una expresión de respaldo a la gestión de Powell de la economía del país en medio de una recesión brutal causada por la pandemia del coronavirus en que las políticas de tasas ultrabajas de la Fed ayudaron a apuntalar la confianza y revitalizar el mercado laboral.
Biden también informó que nominará a Lael Brainard, la única demócrata en la junta directiva de la Fed y la alternativa preferida a Powell entre muchos progresistas, como vicepresidenta de la Reserva Federal. El mandatario agregó que a principios de diciembre asignará los tres lugares restantes en la junta, entre ellos la vicepresidencia de supervisión, un cargo regulatorio bancario.
La decisión de Biden, la cual tomó después de un periodo largo de consideración, ofrece una sensación de continuidad y bipartidismo en un momento en que la inflación empieza a agobiar a la población y aumenta los riesgos de la recuperación económica. Al respaldar a Powell, un republicano que fue ascendido al cargo por primera vez por el entonces presidente Donald Trump, Biden hace a un lado las quejas de los progresistas de que la Fed ha debilitado las regulaciones bancarias y se ha tardado en tomar en consideración el cambio climático en su supervisión a los bancos.
De ser ratificado por el Senado, Powell se mantendrá como uno de los funcionarios económicos de mayor poder en el mundo. Al aumentar o disminuir su tasa de intereses de referencia, la Fed intenta ya sea enfriar o estimular el crecimiento y las contrataciones, así como estabilizar los precios. Sus esfuerzos por dirigir la economía de Estados Unidos, la más grande del mundo, por lo general acarrea consecuencias a nivel global.
La tasa a corto plazo de la Fed, que se ha mantenido casi en cero desde que la pandemia de COVID-19 azotó a la economía en marzo de 2020, influye en un amplio rango de costos de préstamos para consumidores y negocios, incluyendo las hipotecas y las tarjetas de crédito. La Fed también supervisa a los bancos más grandes del país.
Por Agencia