Beryl tocó tierra a primera hora del viernes en la costa caribeña de México, cerca de la turística localidad de Tulum, como huracán categoría 2 tras dejar un rastro de destrucción en el Caribe oriental.
Tulum es un enclave muy turístico, situado situado 130 kilómetros (80 millas) al sur de Cancún, el principal destino de la costa caribeña de México.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se espera que Beryl se debilite mientras cruza la península de Yucatán para salir por el Golfo de México con mucha menos fuerza —-posiblemente como tormenta tropical—.
Luego volverá a intensificarse después en las cálidas aguas del Golfo y volverá a impactar en territorio mexicano, al noreste del país, cerca de Texas, una zona que hace un par de semanas fue afectada por las fuertes lluvias de la tormenta tropical Alberto, reseña la nota de AP.
Beryl, que fue la tormenta que más pronto se convirtió en huracán de categoría 5 en el Atlántico, sembró la destrucción en Jamaica, San Vicente y las Granadinas y Barbados en los últimos días.
Poco después de tocar tierra, los vientos máximos de Beryl habían disminuido a 160 kilómetros por hora, según el Centro de Huracanes de Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas habían trasladado a algunos turistas y residentes fuera de las zonas bajas de la península de Yucatán antes de que tocara tierra, pero decenas de miles de personas se quedaron para resistir los vientos y la marejada ciclónica prevista. Gran parte de la zona de Tulum se encuentra a escasos metros sobre el nivel del mar.
La ciudad quedó sumida en la oscuridad cuando la tormenta la dejó sin electricidad a su llegada a la costa. El chirrido de los vientos hizo saltar las alarmas de los automóviles por toda la ciudad.
Tulum, que en antaño era un pueblo tranquilo y apacible, ha experimentado en los últimos años un auge de desarrollo desenfrenado y ahora cuenta con unos 50.000 habitantes permanentes y al menos el mismo número de turistas en un día normal. El centro turístico tiene ahora su propio aeropuerto internacional.
A primera hora del viernes, la tormenta estaba a unos 25 kilómetros al norte-noroeste de Tulum y se movía hacia el oeste-noroeste a 24 kilómetros por hora, dijo el centro de huracanes.
En los últimos días, Beryl dañó o destruyó el 95 % de las viviendas en un par de islas en San Vicente y las Granadinas, además de causar afectaciones en Barbados y Jamaica antes de pasar por las Islas Caimán el jueves temprano y luego enfilar hacia México.
Francisco Bencomo, gerente del Hotel Umi en Tulum, dijo que todos los huéspedes se habían ido. “Con las condiciones que se esperan estamos resguardados completamente”, comentó, y añadió que no tienen planeado que los huéspedes regresen antes del 10 de julio.
“Se ha cortado el gas y la luz. También tenemos una planta de emergencia donde se van a quedar dos empleados de mantenimiento resguardados” en la parte más alejada de la playa y con menos ventanas, agregó. “Esperemos que sea el menor impacto posible para el hotel y pase lo más rápido posible”.
Algunos turistas tomaban sus precauciones, como Lara Marsters, una terapeuta de 54 años que visitaba Tulum desde Boise, Idaho, y optó por “llenar todas nuestras botellas de agua vacías con agua del grifo y la pusimos en el congelador… así que tendremos agua para el retrete”. Y añadió: “Vamos a atrincherarnos y mantenernos a salvo”.
Otros aprovechaban las últimas horas de playa antes del huracán. Myriam Setra, una turista de Dallas, Texas, de 34 años, comía un sándwich aprovechando los últimos rayos de sol. “Luego, sólo habrá que agazaparse y permanecer a puerta cerrada hasta que pase”.
A lo largo de toda esta popular costa llena de hoteles y resorts fueron evacuadas pequeñas comunidades costeras y más de 3.000 personas de la isla turística de Holbox frente a la punta de la península. Cientos de personas optaron por acudir a refugios y las autoridades incluso retiraron huevos de tortuga de playas que podrían ser destruidas por las fuertes olas.
En la localidad de Playa del Carmen, la mayoría de los negocios estuvieron cerrados el jueves. Algunos de ellos tapiaban sus ventanas mientras los turistas hacían ejercicio y algunos residentes locales paseaban a sus perros bajo el cielo soleado.
El peor daño causado hasta ahora por Beryl estaba detrás de él. Su ojo rozó la costa sur de Jamaica el miércoles por la tarde, mientras que el jueves por la mañana, postes telefónicos y árboles bloqueaban el paso en las calles de la capital Kingston.
Las autoridades confirmaron que un joven murió el miércoles tras ser arrastrado a un drenaje de aguas pluviales cuando trataba de recuperar un balón. Una mujer también falleció luego de que una casa se desplomó sobre ella.
Los residentes aprovecharon una pausa en la lluvia para comenzar a retirar los escombros.
Aproximadamente el 60 % de la isla seguía sin electricidad, además de padecer falta de agua y una limitación en las telecomunicaciones. Funcionarios del gobierno estaban evaluando los daños, pero sus labores se vieron obstaculizadas por la falta de comunicación, principalmente en los distritos del sur, que fueron los más dañados.
Unas 1.432 personas seguían en refugios en Jamaica, como Desrine Campbell, una residente de la comunidad de Old Harbour Bay, situada en una zona baja. “Mi casa está casi inundada”, comentó.
Cerca de allí, Carlton Golding decía con pesar: “Esta vez lo he perdido todo”. La casa de Golding quedó totalmente destruida por el huracán, la segunda vez que sufre daños por tormentas.
En el distrito de Clarendon, en el centro-sur del país, los residentes intentaban reparar los techos dañados y retirar los árboles caídos. Muchas calles del área seguían parcialmente bloqueadas por los postes de electricidad y de telecomunicaciones derribados.
La primera ministra de las Islas Caimán, Juliana O’Connor, agradeció el jueves a residentes y visitantes por contribuir a la “calma colectiva” previa a Beryl al seguir los protocolos de tormenta.
Michelle Forbes, directora de la Organización Nacional de Manejo de Emergencias en San Vicente y las Granadinas, dijo que aproximadamente el 95 % de las viviendas en las islas de Mayreau y Unión habían resultado dañadas por el huracán Beryl.
Tres personas fueron reportadas sin vida en Granada y Carriacou, y otra en San Vicente y las Granadinas, según las autoridades. Otras tres personas murieron en el norte de Venezuela, donde además había cuatro desaparecidos, indicaron funcionarios.
Una de las muertes en Granada se produjo después de que un árbol cayera sobre una casa, le dijo a The Associated Press Kerryne James, ministra de Medio Ambiente.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, ha prometido reconstruir el archipiélago.
Por otro lado, el Centro de Huracanes de Estados Unidos informó que la tormenta tropical Aletta se había formado en el océano Pacífico frente a las costas de México. Se pronostica que Aletta, que se ubicaba a unos 310 kilómetros (190 millas) del puerto de Manzanillo y tenía vientos máximos sostenidos de 65 km/h (40 mph), se adentre en el océano y se disipe el fin de semana.
Por: Agencia