El Banco Central de Venezuela (BCV) reformó el esquema de intervención cambiaria para reforzar la estabilidad del tipo de cambio con la mira puesta en mitigar las presiones alcistas que se pueden producir en el último trimestre del año.
Concretamente, el BCV estableció que el tipo de cambio de intervención ya no solo regirá como tope para la comercialización de los montos en efectivo que vende a la banca semanalmente, sino que también deberá aplicarse a las ventas de divisas provenientes de las operaciones locales con tarjetas internacionales y de las divisas provenientes de las exportaciones que se vendan al ente emisor.
Con este mecanismo, la autoridad monetaria busca consolidar una oferta suficiente de divisas al tipo de cambio establecido por el emisor como orientación al mercado.
Esta decisión fue confirmada por Banca y Negocios con fuentes financieras, las cuales señalaron que, con esta decisión, el BCV fortalece su capacidad reguladora en el mercado cambiario con la intención de que no se produzcan posibles episodios de inestabilidad cambiaria por razones estacionales en el último trimestre del año.
BCV preventivo
La consultora Síntesis Financiera señaló, en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que «para evitar un deterioro de las expectativas, el BCV deberá dejar claro que estará presente en el mercado cambiario y disipar cualquier duda sobre la disponibilidad de divisas. La estrategia de intervención probablemente sufrirá cambios».
El economista César Aristimuño, director general de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, considera esta estrategia válida en un contexto donde, sin duda, habrá un mayor incremento del gasto público, posiblemente vía aumentos de bonos sociales y de la entrega de otros extraordinarios, lo que puede generar presiones en el mercado que deben manejarse adecuadamente.
A su juicio, no parece haber duda razonable sobre la capacidad del BCV para seguir inyectando divisas al mercado y, además, el mercado está recibiendo divisas adicionales provenientes de Chevron, las cuales contribuyen a reforzar la oferta en el mercado.
El economista recuerda que, en 2022, el mercado se vio afectado por una fuerte volatilidad, que se hizo patente especialmente en agosto y octubre, cuando el BCV tuvo que inyectar más de 500 millones de dólares a la banca en ambos meses para contener el rally alcista.
«Este año estamos viendo una situación distinta, cuando incluso el Banco Central ha colocado un monto acumulado inferior al de 2022 por concepto de intervención en la banca», destacó.
Por: Agencias / Foto: Cortesía