La base militar iraquí de Ain al Asad, que aloja a fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, resultó atacada este domingo, por quinta vez en los últimos dos meses, con un cohete que impactó en el exterior de las instalaciones sin provocar víctimas, informó una fuente policial iraquí.
El cohete, de tipo Katiusha, lo lanzaron desde una camioneta desde la cercana ciudad de Al Baghdadi, situada a solo unos kilómetros de distancia, explicó a EFE un oficial de la policía de la provincia de Al Anbar (oeste), donde se encuentra la base.
Se trata de la segunda agresión de este tipo en lo que va de mes contra dicha base, que cuenta con la presencia de unos 2 mil militares estadounidenses y de contratistas de este país, y la quinta desde el inicio de mayo.
Resultó atacada el pasado 4 de mayo con dos cohetes, cuatro días después con un dron, el 24 del mes pasado con otro proyectil de tipo Katiusha y el 6 de junio con dos drones, que terminaron derribados por la defensa aérea de la base.
Ataques sin víctimas
En ninguna de estas acciones se produjeron víctimas y solo en la segunda se informó de algunos daños materiales.
Los ataques contra objetivos militares con presencia de tropas o contratistas del país norteamericano en Irak se han hecho habituales desde el asesinato en Bagdad a principios del año pasado del general de la Guardia Revolucionaria iraní Qasem Soleimani en un bombardeo selectivo de Estados Unidos.
A pesar de ello, Estados Unidos ha empezado a retirar ocho sistemas antimisiles Patriot que se encontraban en varios países de Oriente Medio, incluido Irak, según publicó el pasado viernes The Wall Street Journal.
Aunque habitualmente no son reivindicados, Washington atribuye estos ataques a milicias iraquíes respaldadas por Irán, que exigen la retirada de las tropas estadounidenses del país. EFE
Por Agencia