sábado, noviembre 23

Barinas, un estado marcado por el apellido Chávez

En 1971, Hugo Chávez abandonó su natal estado Barinas para formarse en la academia militar sin saber que su apellido marcaría para siempre los designios de la región. Su ascenso al poder nacional fue simultáneo a la llegada de su padre, Hugo de los Reyes, al gobierno de su región, que luego asumieron sus hermanos Adán y Argenis, una dinastía que toca a su fin.

Desde entonces, los gobernadores han cambiado de nombre pero no de apellido, pues un Chávez ha ostentado siempre, desde 1998, el poder en Barinas. La tradición se ha roto y tendrá su punto final -por ahora- el próximo 9 de enero con la polémica repetición de los comicios regionales dictada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tras la derrota de Argenis, hermano del fallecido presidente.

El siglo XX, cuando todo comienza

El 8 de noviembre de 1998 fue la fecha que marcó décadas de gloria para los Chávez. Comenzaba la dinastía con la llegada al poder regional en Barinas Hugo de los Reyes Chávez (nacido en 1933), padre de Hugo Chávez Frías, quien había ganado las elecciones presidenciales de Venezuela dos días antes y tomaría posesión de su cargo al mando del Ejecutivo nacional el 2 de febrero de 1999.

Fue también la única victoria en una gobernación del entonces recién fundado Movimiento V República que, con el 43,56 % de los votos, consiguió superar al candidato de Acción Democrática (el partido tradicional de la socialdemocracia), Rafael Rosales Peña, quien obtuvo el 41,58 % de los votos.

Con la toma de posesión del fallecido presidente, el país veía como el territorio iba adquiriendo un uniforme color rojo que se avivaría con el paso de los años.

Primera década del siglo XXI: Tocar la gloria

El 30 de julio del 2000, ya con Chávez Frías en la Presidencia y una nueva Constitución, la de 1999, que amplió el periodo de los gobernadores de tres a cuatro años, Hugo de los Reyes repitió victoria, esta vez con su partido reforzado y el apoyo de su hijo en Miraflores.

En esta ocasión, obtuvo el 52,57 % de los votos, mientras que su hijo, que se presentaba a la reelección presidencial tras la aprobación de la Constitución -que contemplaba unos nuevos comicios con el objetivo de legitimar el cargo cuando apenas llevaba un año en el poder-, obtuvo también una contundente victoria que le mantuvo en la jefatura de Estado.

El 31 de octubre de 2004, cuando el poder de los Chávez era ascendente, Hugo de los Reyes ganó su tercer y último mandato para gobernar Barinas. Lo hizo de nuevo con el Movimiento V República y con el resultado más contundente: obtuvo el 76,26 % de los sufragios.

Su principal rival, Andrés Eloy Camejo, al frente de una coalición de partidos opositores, quedó muy lejos del padre del presidente, quien en agosto de ese mismo año había superado un referéndum revocatorio que le consolidó en el poder.

Cuatro años más tarde, con los Chávez más anclados al poder que nunca, el 23 de noviembre de 2008, Adán (nacido en 1953), hermano del presidente, relevó al patriarca y puso el apellido en las elecciones regionales barinenses, en la que lideró al entonces recién creado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Adán obtuvo el 50 % de los votos frente al 44,3 % de su rival, Julio César Reyes, un disidente del chavismo que se enfrentó, sin éxito, al dinástico apellido.

En la segunda década se afianza el poder

Y en la segunda década, cuando los Chávez eran ya mundialmente conocidos, Adán repitió victoria en Barinas el 16 de diciembre de 2012, esta vez, al frente de la coalición oficialista, el Gran Polo Patriótico. El hermano del presidente consiguió el 57,67 % de los votos frente a Reyes, el candidato que había derrotado en la anterior ocasión.

Sin embargo, no terminó su periodo como gobernador, ya que en enero de 2017, casi cuatro años después de la muerte de su hermano Hugo, fue designado ministro de Cultura por el presidente Nicolás Maduro, y cedió el cargo por unos meses, en calidad de interinato, a Zenaida Gallardo.

Con todo a favor, la saga aumentó en octubre de 2017, cuando Argenis (nacido en 1958), también hermano del que fuera mandatario hasta su muerte en 2013, se hizo con la Gobernación de Barinas liderando el Gran Polo Patriótico en unas elecciones celebradas el año que los venezolanos recuerdan como el peor de su crisis, con escasez de casi todo y en el que comenzó la hiperinflación.

Pese a la situación, Argenis obtuvo el 53,11 % de los votos frente al 44,14 % que consiguió el opositor Freddy Superlano, el mismo que lo destronaría cuatro años después, marcando el principio del fin de la dinastía Chávez.

Segunda década, el fin

Misma región, mismos protagonistas y un augurio: el fin está cada vez más cerca. En las primarias del PSUV para las elecciones regionales del pasado 21 de noviembre, Argenis se enfrentó a su sobrino, de nombre Hugo Chávez, y los simpatizantes de uno y otro terminaron a golpes en las calles. La división empezaba a asomar.

Y en los comicios, la suerte tampoco se puso del lado del chavismo, ya que Argenis perdió, por un estrecho margen, contra su rival opositor Freddy Superlano, con un 37,21 % de los sufragios frente a un 37,60 %.

Con ese resultado, el TSJ ordenó suspender el recuento y la proclamación del ganador, y optó por ordenar repetición de comicios el 9 de enero, al dictaminar que Superlano se había presentado a las elecciones pese a estar inhabilitado.

La (pen)última página

La siguiente página de la historia de Barinas se escribirá el 9 de enero de 2022 con la polémica repetición electoral.

Esos comicios traerán un nuevo apellido al gobierno de Barinas, aunque puede que no sea uno totalmente ajeno.

En caso de ganar el candidato oficialista, el excanciller Jorge Arreaza, el peso de los Chávez no desaparecerá.

No en vano, Arreaza es el exyerno del fundador del movimiento y padre de uno de sus nietos, con lo que, aunque relegado, el apellido Chávez puede no desaparecer del todo y su influjo mantenerse en el corazón de Barinas.

Por: Agencia