Las autoridades sanitarias de Australia detectaron cinco casos en humanos de encefalitis japonesa, que se trasmite a través de la picadura de mosquitos, cuatro en el estado de Victoria y uno en el estado de Queensland.
Uno de ellos es una mujer de 60 años que contrajo la afección después de realizar un viaje en autocaravana por el sur de Queensland. En la actualidad, se encuentra ingresada en el Hospital Prince Charles de Brisbane en estado crítico con soporte vital.
El virus, que no se transmite de persona a persona, también se encontró en muestras animales tomadas en 14 granjas porcinas de los mencionados estados australianos, así como en Nueva Gales del Sur y Australia Meridional.
Campaña de fumigación
La Dra. Sonya Bennett, directora médica interina del país oceánico, declaró que la “situación en desarrollo” en Australia con respecto a la encefalitis japonesa es un “incidente de enfermedad transmisible de importancia nacional”.
Asimismo, indicó que el Gobierno trabajará en estrecha colaboración con los estados y territorios para educar a la gente sobre cómo prevenir el virus y distribuir dosis de vacunas entre los grupos de población en riesgo.
Por su parte, la ministra de Salud de Queensland, Yvette D’Ath, informó que se ha puesto en contacto con los gobernadores locales para llevar a cabo una fumigación contra mosquitos en las próximas semanas con el objetivo de reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
Síntomas
A su vez, Mark Schipp, director veterinario de Australia, pidió a las personas que trabajan con cerdos o caballos que estén muy atentos a los signos de esta enfermedad en sus animales, recomendando que tomen medidas para controlar los mosquitos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la encefalitis japonesa es la principal causa de encefalitis viral en muchos países de Asia, en los que cada año se registran unos 68.000 casos clínicos. Más de 3.000 millones de personas corren el riesgo de infectarse.
La mayoría de infecciones con este virus son leves (fiebre y cefalea) o asintomáticas, pero aproximadamente una de cada 250 se convierte en una enfermedad grave. Los síntomas más habituales son dolor gastrointestinal, vómitos, fiebre elevada, rigidez de nuca, desorientación, ataques y parálisis espástica.
Por Agencia