miércoles, mayo 22

Así se infiltró una policía para desmantelar banda de explotación sexual de menores en Bogotá

Las niñas me decían que no las dejara solas, que las sacara de allí a todas”, recordó la patrullera de la Policía Kelly José Rodríguez Elis, cuando una de las jóvenes le imploró ayuda para salir del barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá. En ese lugar, ella y otras once jóvenes eran sometidas a explotación sexual, maltrato, amenazas y hasta obligadas a abortar si quedaban embarazadas.

En esta zona tenía injerencia el grupo delincuencial ‘Las Vegas’, cuyos integrantes se ganaban la confianza de menores de edad, en su mayoría de nacionalidad venezolana, aprovechándose de su precaria condición económica, para ofrecerles falsas oportunidades laborales, reseñó El Tiempo.

La investigación

Sin embargo, cuando las jóvenes engañadas aceptaban, las llevaban a residencias o moteles donde les entregaban identificaciones falsas para soportar su mayoría de edad y así eran inducidas a trabajar sexualmente a cambio de comida y un lugar donde dormir.

La patrullera Rodríguez, quien lleva 11 años en la institución, es integrante del grupo de Delitos Sexuales de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, le dijo que se infiltró en las calles del barrio Santa Fe, en enero del 2022, para desarticular una red que explotaba sexualmente a menores.

“Me vestía como las mujeres de la zona para pasar desapercibida y así observar el entorno, lo que poco a poco me permitió identificar a las menores de edad que eran explotadas”, dijo la patrullera.

Las intimidaciones me llegaban a mi celular con regularidad

Durante la vigilancia, Kelly pasó días enteros que se convertían en noches interminables en medio del frío consumiendo alimentos junto al hampa de Bogotá, exponiéndose a los peligros de los rincones desolados de estos lugares. De hecho, la patrullera narró que personas relacionadas con el microtráfico la amenazaron, exigiendo su salida del barrio.

“Las intimidaciones me llegaban a mi celular con regularidad, porque no era la primera operación que hacía”, cuenta Rodríguez sobre los días que voces sin rostro le advertían que atentarían contra su familia si no abandonaba la zona.

En medio de estas intimidaciones, ella pensaba en su hija de 6 años y en las largas jornadas de trabajo, que la obligaban a dejarla por días sin darle un beso de buenas noches o enviarla al colegio con un abrazo de despedida.

De acuerdo con la uniformada, las menores eran obligadas a ubicarse a las afueras de siete residencias y moteles donde la red tenía habitaciones para atender a los clientes.

Para disimular que ejercían la prostitución, “si alguien llegaba a preguntarles, debían decir que eran vendedoras de tinto y tenían escondidos unos carritos de jarras de esta bebida para aparentar”, señaló la patrullera sobre esta actividad que fue captada en cámaras de seguridad. Esto sucedía a unas cuadras del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y a menos de un kilómetro de los juzgados de Paloquemao.

Luego de permanecer nueve meses encubierta, en un trabajo coordinado con la Fiscalía General, en agosto del 2022, y con base en la información que ella entregó, se logró rescatar a las doce menores y la identificación y captura de quince integrantes de la banda, entre colombianos y venezolanos.

Los implicados fueron presentados ante un juez de la República por los delitos de proxenetismo, demanda de explotación sexual comercial con menor de 18 años y estímulo a la prostitución de menores.

Ganadora a la mejor policía del año

Esta operación llevó a que la patrullera Rodríguez fuera condecorada con el premio Corazón Verde en la categoría de ‘lucha contra la criminalidad y mantenimiento del orden público’ y reconocida como la mejor policía del año entre 453 nominaciones.

En esta ceremonia, organizada por la Fundación Corazón Verde, dedicada a mejorar la calidad de vida de las familias de los policías, se hizo un homenaje a los 161 integrantes de esta Fuerza que fallecieron en su labor en el último año y dejaron 73 viudas y 129 huérfanos.

Sin embargo, la verdadera recompensa para Rodríguez Elis fue el cambio en la vida de las víctimas.

Entre las doce niñas rescatadas, una en particular tocó su corazón. La uniformada logró encontrar a la familia de esta joven venezolana y facilitar el reencuentro con ellos. Hoy la menor está estudiando y disfrutando de una vida llena de amor en su país natal.

Luego de recibir el galardón como la mejor policía de Colombia, la patrullera Rodríguez aseguró: “Este premio es para las víctimas”, y añadió que, desde su labor como policías, deben “construir una infancia sana para el futuro del país”. Por esto, ella quiere continuar trabajando por las mujeres de este país.

 

Por Agencia