domingo, diciembre 22

Así es el regreso de Harry, marcado por el frío reencuentro con su hermano Guillermo

El príncipe Harry en el funeral de su abuelo

Este sábado Guillermo y Harry han caminado detrás del féretro de Felipe de Edimburgo para mostrarse unidos en el último adiós a un abuelo que años atrás, el 6 de septiembre de 1997, estuvo a su lado en otra dolorosa comitiva fúnebre. La de su madre, la princesa Diana. Pero hoy la distancia entre ellos ha sido más que evidente. En lugar de caminar uno junto al otro como establecen las reglas del protocolo, los ha separado su primo Peter Phillips. Ya en el interior de la capilla de San Jorge, ante la imposibilidad de hacer una fila de tres personas, el duque de Cambridge ha cambiado con Peter Phillips y el duque de Sussex al lado del conde de Snowdon. En la ceremonia posterior la distancia ha sido todavía mayor. Guillermo se ha sentado al lado de su mujer, la duquesa de Cambridge, y Harry completamente solo, en la misma fila de asientos en la que se encontraba la princesa Ana y su marido, el vicealmirante Timothy Laurence, y el príncipe Andrés.

El fallecimiento del duque de Edimburgo ha propiciado este esperado, aunque distante, reencuentro. El del príncipe Harry con su familia y en particular con su hermano Guillermo. Dicho reencuentro podría haberse producido unos días antes del funeral de Felipe de Edimburgo, puesto que el duque de Sussex aterrizó en el aeropuerto de Heathrow el pasado lunes 12 de abril procedente de Estados Unidos. Pero la cuarentena que tuvo que guardar Harry en Frogmore Cottage, su residencia oficial en Reino Unido, lo impidió. De cualquier modo, es la primera vez que Harry se reúne con su familia en más de un año, después de que abandonara en 2020 sus compromisos institucionales y se trasladase a Estados Unidos, previo paso por Canadá, con Meghan Markle y su hijo Archie.

Es la primera vez que Harry regresa a su antiguo hogar después de la controvertida entrevista con Oprah Winfrey, en la que los duques de Sussex hablaron abiertamente sobre las razones de su distanciamento de los Windsor y dieron detalles sobre su vida en Palacio: choques familiares, supuestas muestras de racismo y extema soledad, que habrían acabado por poner en peligro la salud mental de Meghan, según confesó ella misma.

Harry ha asistido, solo, al funeral de su abuelo. La duquesa de Sussex no lo ha acompañado. Su ausencia está justificada al encontrarse en el tercer trimestre de su embarazo. Según contó el matrimonio en su conversación con Oprah el bebé que esperan es una niña y nacerá en verano. «Tengo un niño y tendré una niña. ¿Qué más se puede pedir?», reconoció Harry, añadiendo que ya no tendrán más hijos: «Ahora tenemos a nuestra familia, nosotros cuatro, y a nuestros dos perros».

Harry ha vestido de riguroso luto en el funeral de su abuelo, como el resto de los Windsor. Cumplía así con el mandato de la Reina, que ha querido evitar que tanto el propio Harry como su hijo el príncipe Andrés, ambos apartados de la Familia Real británica, fueran los únicos asistentes sin el privilegio de vestir uniforme militar. Hay que recordar que el pasado mes de febrero, cuando los Sussex confirmaron a la Reina que no retomarían su condición de miembros oficiales de la Familia Real británica, la soberana retiró a Harry los honores militares y los patronatos de numerosas organizaciones. «Me hizo daño, pero, al mismo tiempo, respeto completamente la decisión de mi abuela», aclaró Harry ante Oprah.

En la ya mítica entrevista de los Sussex, que fue muy criticada porque su emisión coincidió con el ingreso hospitalario de Felipe de Edimburgo, el matrimonio aseguró estar muy pendiente de la salud del Duque y no hizo ni una sola crítica a la Reina. «He hablado más con ella en el último año de lo que lo he hecho durante muchos años. Tenemos una relación realmente buena», dijo Harry. Al mismo tiempo confesó que la relación con su padre se había deteriorado. «Siempre voy a querer a mi padre, pero me siento decepcionado porque sabe cuánto duele esto, y Archie es su nieto», lamentó. Harry también afirmó querer mucho a su hermano, el príncipe Guillermo, y recordó ese «infierno» que atravesaron juntos al perder a su madre. Pero ahora, según sus palabras, se encuentran «en caminos diferentes».

Ese distanciamiento, evidenciado aún más en la despedida de su abuelo, no impide que el duque de Sussex haya manifestado «una enorme compasión» tanto por su hermano como por su padre, el príncipe Carlos, a los que considera «atrapados» en la institución, según confesó a Oprah. «Ellos no pueden irse. Yo también estaba atrapado. No veía una salida, ¿sabes? Estaba atrapado, pero no sabía que lo estaba», afirmó Harry. Algo que cambió cuando conoció a su mujer, Meghan y sus «mundos chocaron de la manera más asombrosa».

En la ceremonia, oficiada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, junto al deán de Windsor, David Conner, Harry también ha coincidido con su cuñada, Kate Middleton, protagonizando una imagen muy esperada, ya que el nombre de la duquesa de Cambridge salió a relucir en la explosiva entrevista con Oprah. Cabe recordar que la duquesa de Sussex reveló que no fue ella la que hizo llorar a Kate cuando se encontraba ultimando los preparativos de su boda con el príncipe Harry, sino «todo lo contrario».

«Unos días antes de la boda, ella (Kate) estaba disgustada por algo relacionado con los vestidos de las niñas y eso me hizo llorar, hirió mis sentimientos. Pensé que, sabiendo lo que estaba pasando con mi padre, no tenía sentido no apoyarme». Después, «me envió flores y una nota disculpándose. Hizo lo que yo misma hubiera hecho si supiera que he hecho daño a alguien: asumir la responsabilidad».

Cuando meses después la prensa británica contaba la historia al revés, para Meghan fue una sorpresa ver que en la Familia Real nadie lo desmentía. «Si me amas, no tienes por qué odiarla a ella. Y si la amas a ella, no tienes por qué odiarme a mí. Quieren una narrativa en la que haya una heroína y una villana», dijo, añadiendo que no fue una «confrontación», que no sería «justo» para Kate entrar en detalles y que fue «difícil de superar» que la culparan por algo que no hizo. «Estoy hablando de cosas sin importancia, pero creo que la narrativa de que hice llorar a Kate fue el comienzo del asesinato de un personaje real. Y ellos sabían que no era verdad. Comencé a entender que no solo no me iban a proteger, sino que incluso estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia», concluyó.

La despedida del duque de Edimburgo ha tenido lugar en el castillo de Windsor, el mismo enclave en el que Harry y Meghan sellaron su amor hace ya casi tres años. El 18 de mayo de 2018 la Familia Real británica celebraba la felicidad de los recién casados. Ninguno sospechó entonces que aquella pareja cuya unión festejaban provocaría una de las mayores crisis institucionales de la monarquía británica.

Por Agencia