“Repatriar el cuerpo de Erick, el gochito”. Esta es la frase escrita en la plataforma Gofundme, donde familiares de Ericksson Dahlin Niño Sandoval abrieron esa opción para buscar los recursos que les permitan el traslado del cuerpo del joven de 28 años a Venezuela.
Niño Sandoval fue asesinado el pasado miércoles 31 de mayo en el estado de Georgia, Estados Unidos. Allí estaba residenciado tras haber dejado la ciudad de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo de Bolívar, estado Táchira, el pasado mes de agosto de 2022.
Sus allegados están tocando todas las puertas para conseguir el objetivo: darle la cristiana sepultura al joven venezolano. Su padre, Reinaldo Niño, dijo a La Nación que se ha movilizado a la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, donde visitó la Defensoría del Pueblo, ya que su hijo también contaba con la nacionalidad colombiana.
“Estamos agotando todas las instancias”, recalcó con voz entrecortada. La repatriación es costosa. Se estima en 45 millones de pesos (10.400 dólares), cifra inalcanzable para sus progenitores. También han tratado de enlazar con la Cruz Roja Internacional.
Se mostraba feliz de alcanzar la meta propuesta
De acuerdo con el progenitor, al joven le segaron la existencia en horas de la noche de ese miércoles, cuando se dirigía hacia su carro tras haber cenado pizza. “Se resistió al robo y le quitaron la vida”, lamentó con las lágrimas a punto de surcar su rostro. Cada recuerdo le arruga el alma. Era el mayor de sus cuatro hijos.
Partió por El Darién
Ericksson Dahlin subió el 14 de octubre de 2022, en su cuenta en Facebook, un emotivo vídeo en el que relataba con gráficas su travesía para llegar a Estados Unidos, donde ya sumaba nueve meses. En las fotos se le ve acompañado por otro grupo de jóvenes, compañeros de viaje.
El vídeo, en vez de fondo musical, tenía la voz del reconocido conferencista mexicano Daniel Habif. Era un mensaje de fe, de que los sueños se pueden construir a base de esfuerzo y perseverancia.
El ciudadano venezolano trabajaba en una fábrica de repuestos para carros. Tenía pocos días de haberse mudado a una zona mejor, ya que estaba en una empresa donde tenía mayores beneficios. “Le estaba yendo muy bien”, subrayó Niño.
En el momento del asesinato, el joven aún tenía en su carro algunos objetos que no había bajado de la mudanza. “Él estaba feliz con su etapa de migrante. Se encontraba trabajando y creciendo”, prosiguió el padre, quien concedió una entrevista a Diario La Nación.
Libertadores de América
El joven de 28 años llevaba nueve meses en Estados Unidos.
En Venezuela su infancia transcurrió en Libertadores de América, urbanización ubicada en la jurisdicción de Bolívar. “Era un buen muchacho. Con él llegamos a reunirnos en varias ocasiones para jugar metras”, señaló Marina, una vecina de la zona.
En el estado Táchira, Niño Sandoval estaba estudiando Ingeniería civil, en la Universidad Santiago Mariño. Llegó al quinto semestre, pues su idea de éxodo lo obligó a congelar sus estudios de educación superior.
Gemelas de 12 años y un joven de 24 son los hermanos del muchacho asesinado. “En Estados Unidos, en sus días libres, hacía de uber”, rememoró su padre, quien aún no ha terminado de asimilar la trágica noticia. Pese al inmenso dolor, no deja de movilizarse para conseguir la repatriación de su primogénito.
Reinaldo Niño es periodista. Hace más de cuatro lustros hizo las pasantías en el diario La Nación. Actualmente, se desempeña como defensor público provisorio, extensión San Antonio del Táchira. Tiene más de 30 años como funcionario público. Además, es profesor.
“Estamos intentando traerlo. Si no se puede por Venezuela, que sea por Colombia. Estamos todos activados, trabajando por ese fin”, remarcó con el nudo en la garganta por un hecho que no puede revertir. La vida de su hijo se la arrebataron en el país del llamado “sueño americano”.
Por: Agencia