El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este jueves que la soberanía panameña sobre el Canal de Panamá «no va a cambiar», a pesar de la amenaza del presidente electo, Donald Trump, de recuperar el control estadounidense de la vía interoceánica, informó EFE.
«Tenemos un tratado y una política vigente desde hace muchos años y eso no va a cambiar. Como ya dije antes, no merece la pena dedicar tiempo a esto», zanjó en su última rueda de prensa antes de dejar el cargo.
Su respuesta fue similar a la que dio la semana pasada en París cuando fue cuestionado por el plan de Trump de anexionar Groenlandia a Estados Unidos.
«No merece la pena dedicar tiempo a esa cuestión porque eso no va a ocurrir «, declaró entonces.
Las declaraciones de Blinken llegan un día después de que el nominado a sucederlo, Marco Rubio, sugiriera que la influencia de China sobre el Canal de Panamá supone una violación a los términos de la entrega de la vía a los panameños.
Rubio, próximo secretario de Estado en el Gobierno de Trump, advirtió durante su audiencia de confirmación en el Senado que este es «un tema muy legítimo» para Estados Unidos, si bien abrió la puerta a dialogar con las autoridades panameñas.
«Panamá es un gran socio en muchos otros asuntos, y espero que podamos resolver este tema del canal y su seguridad», declaró Blinken.
«Si bien técnicamente la soberanía sobre el canal no ha sido entregada a una potencia extranjera, en realidad una potencia extranjera posee hoy, a través de sus compañías, que no son independientes, la capacidad de convertir el canal en un cuello de botella en un momento de conflicto», agregó.
La tregua en Gaza, esperada para el domingo
Blinken se mostró convencido de que el acuerdo para una tregua en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes entrará en vigor el domingo según lo planeado, pese a que Israel y Hamás se acusan de retrasarlo.
«Tengo confianza y espero plenamente que la implementación comience como dijimos el domingo», declaró el jefe de la diplomacia estadounidense en su última rueda de prensa antes de dejar el cargo.
El Gobierno israelí acusó este jueves a Hamás de introducir nuevas condiciones en el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes anunciado anoche, mientras el grupo islamista recriminó a los israelíes que traten de «crear tensión en un momento crítico».
Los familiares de los rehenes que todavía permanecen en Gaza asisten con angustia al rifirrafe, a menos de tres días de la fecha acordada para la salida de los primeros secuestrados.
El alto el fuego anunciado debería entrar en vigor este próximo domingo y permitiría la liberación de los rehenes israelíes -vivos y muertos- y el acceso de ayuda humanitaria al enclave palestino, donde han muerto más de 46.700 personas desde el 7 de octubre de 2023.
El equipo del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y del mandatario electo, Donald Trump, participaron en la recta final de las negociaciones, que también contaron con la mediación de Catar y Egipto.
Pedido de un alto el fuego «duradero» en Ucrania
El secretario de Estado instó a la próxima Administración de Donald Trump a garantizar que el acuerdo de alto el fuego que el próximo mandatario quiere conseguir en Ucrania sea verdaderamente «duradero».
“Una de las cosas más importantes aquí, es que si hay un alto al fuego, que sea duradero y que se mantenga”, sostuvo el jefe de la diplomacia estadounidense en su última rueda de prensa.
Para Blinken, esto es clave, porque, según alertó, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, “querrá quitarle peso” y “atacar cuando sienta que es el momento”.
“Se tiene que lograr un acuerdo de alto al fuego con la disuasión efectiva necesaria para que Rusia no vuelva a atacar”, advirtió.
Trump, que asumirá el poder el próximo 20 de enero, ha criticado el constante envío de armamento a Ucrania por parte de la Administración de Joe Biden y se ha puesto como prioridad poner fin a la guerra iniciada por la invasión rusa de febrero de 2022.
Blinken defendió que la estrategia del Gobierno saliente, centrada en el envío de armas a Ucrania y la imposición de sanciones a Rusia, buscaba poner a Ucrania “en una posición de poder» frente al Kremlin.
“Que pudiera continuar luchando, si era necesario, o sentarse a negociar, si es lo que querían, pero hacerlo desde una posición fuerte”, añadió.
Asimismo, reivindicó que este plan ha provocado pérdidas “inimaginables” para Rusia: “Vemos el impacto en su economía, en su futuro y en su incapacidad de poder invertir en infraestructuras críticas para el futuro”.
Marco Rubio, el sucesor de Blinken, declaró el miércoles que la política del nuevo Gobierno estadounidense será la de poner fin a la guerra y pidió «concesiones» tanto a Ucrania como a Rusia.
El próximo secretario de Estado afirmó que Rusia no podrá invadir toda Ucrania, pero también calificó de «nada realista» pensar que Ucrania podrá recuperar las fronteras previas a la invasión.
Por: Agencias / Foto: Cortesía