La exmandataria interina de Bolivia Jeanine Áñez declaró este viernes en el juicio por el caso «golpe de Estado II», en el que señaló que llegó al poder como «consecuencia de la convulsión» que vivía el país en 2019 y que no se «impuso» como presidenta.
Por orden del juez que lleva el caso la audiencia se realizó de manera mixta, una parte hizo presencia de manera virtual mientras que el juez, los representantes del Ministerio Público, de la Procuraduría, del Senado y la defensa de Áñez se trasladaron a la cárcel de Miraflores en La Paz, donde la expresidenta interina está detenida preventivamente por más de un año.
Áñez dio su declaración sobre los hechos de 2019 y detalló cómo fue el proceso que se dio para que ella, como segunda vicepresidenta del Senado, cubriera el vacío de poder que quedó tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales y de todos los funcionarios que estaban en la línea de sucesión a la Presidencia del país.
«No pueden decir que esto fue algo orquestado, yo fui producto de esa situación de convulsión, yo fui una consecuencia de esa convulsión social», defendió.
«Fui bastante clara desde el principio cuando manifesté públicamente que me correspondía por sucesión constitucional, pero que no me iba a imponer, que si habían otras opciones yo estaba para aportar a la pacificación del país», añadió.
Áñez reiteró que es «una presa política», desconoció la potestad del tribunal y las acusaciones de la Fiscalía «porque están actuando políticamente» e insistió que como exsenadora y expresidenta a ella le corresponde «ser sometida a un juicio de responsabilidades» y no a un juicio por la vía ordinaria como el actual.
También insistió que la prioridad era «pacificar el país» y que no lo hizo sola y responsabilizó a Morales de la violencia que se desencadenó tras las anuladas elecciones de 2019 entre denuncias de fraude a favor del exmandatario que llevaron a su renuncia argumentando que era producto de un «golpe de Estado».
«No lo hice sola, lo hice con todas las instituciones y las organizaciones sociales» y señaló que gracias a eso se convocó a elecciones en las que resultó ganador el actual presidente Luis Arce, del partido Movimiento al Socialismo (MAS), que dirige Morales.
El oficialismo sostiene que Áñez debió convocar a una reunión parlamentaria para la restitución de las directivas y que la titularidad del Senado pertenecía al MAS, como fuerza mayoritaria, por lo que su llegada a la Presidencia fue «de facto».
Por: Agencia