Detrás del triunfo de Marcell Jacobs, el hombre más rápido del mundo y el primer italiano capaz de ganar los 100 metros en unos Juegos Olímpicos, los de Tokio 2020, está un atento trabajo mental que el atleta hizo con el apoyo de Nicoletta Romanazzi, la preparadora que empezó a seguirle en septiembre de 2020 y que le ayudó a sacar su máximo potencial.
Jacobs empezó a trabajar con Romanazzi en septiembre de 2020, cuando su mejor tiempo en los 100 metros era 10:10 segundos; en once meses, el italiano, nacido en Texas (Estados Unidos), bajó su crono hasta el asombroso 9:80 con el que se colgó el oro en Tokio.
Una mejoría impactante, difícil de explicar únicamente a nivel físico, y que pone en evidencia la importancia de ejercitar la mente con el mismo cuidado con el que se entrena el cuerpo o con el que se sigue una dieta equilibrada, sobre todo en un mundo del deporte, cada vez más mediático y digital, en el que las presiones internas y externas se multiplican, explica Romanazzi en una entrevista con Efe.
La mente, responsable de un 80 % de la actuación deportiva
“La actuación deportiva de un atleta depende en un 80 % de la mente. Puedes ser un atleta súper talentoso, pero si la mente te bloquea, no logras expresarlo”, asegura Romanazzi, que en sus veinte años de experiencia ha trabajado, y sigue trabajando, con deportistas de elite, profesionales en fútbol, atletismo o equitación.
Empezando por sus tres hijas, que, asegura bromeando, fueron sus “conejillos de Indias”, ha conseguido abrir su propia firma y entre sus asistidos, además de Jacobs, están los futbolistas Matías Vecino, del Inter de Milán y de la selección uruguaya, Davide Zappacosta, elemento fijo del Atalanta y ex del Chelsea o del Roma, o Mattia Perin, portero del Juventus.
“Un atleta considera absolutamente normal trabajar con un entrenador para su físico, con un experto de alimentación para su dieta, pero no muchos consideran normal trabajar con un preparador mental para su mente”, agrega la preparadora.
Vencer el escepticismo
Jacobs era uno de los deportistas que veían con escepticismo empezar a trabajar con una entrenadora mental. Pero finalmente decidió intentarlo y ahora no duda en expresar su gratitud a Romanazzi por el trabajo desarrollado.
“Él pensaba ‘mi carácter es así, no hay nada que hacer’. Pero yo vi que tenía un potencial enorme, vi cuáles eran las cosas que le bloqueaban internamente. Se lo dije el primer día”, recuerda.
“Nadie nos enseña cómo funciona nuestra mente, nuestros estados de ánimo. Pero si yo entiendo qué me permitió conseguir un determinado resultado y tengo las herramientas para entrar en ese estado de ánimo, puedo repetirlo”, prosigue.
Romanazzi forma a sus clientes realizando un trabajo personalizado con cada uno de ellos, dependiendo de las necesidades particulares. Ella misma, que ya consiguió títulos en diversos Másteres en su ámbito profesional, sigue estudiando, añadiendo conceptos, desarrollando técnicas para dar cada vez un paso más y completarse. La pasión por su trabajo y el orgullo por ver a sus clientes progresar es lo que le alimenta.
El clic, ¿realidad o sugestión?
Se puede definir como “clic” el momento en el que se localiza un freno, pero eso es solo el comienzo de un proceso largo y aún más importante: entender la razón de una emoción, analizarla, entrenarla y vencerla.
“Llega un momento en el que descubres un aspecto nuevo de tu mente. Primero lo percibes y luego lo entrenas. Con Marcell fuimos punto a punto: dejar ir las expectativas de los demás, no sufrir el juicio externo, perder el miedo al rival, alcanzar la máxima concentración, gestionar la ansiedad previa a la competición”, asegura Romanazzi.
El equilibrio es fundamental, tanto en la persecución del éxito como en la gestión del mismo, cuando se alcanza. Las presiones multiplicadas, las expectativas externas o las importantes ganancias económicas son aspectos en los que es determinante trabajar en la actualidad.
En menos de un año, Marcell Jacos pasó de ser el “segundo” atleta italiano, detrás de Filippo Tortu, a ser el rey de la prueba símbolo de los Juegos Olímpicos.
Es ahora un icono en Italia, invitado especial en eventos deportivos de elite como el reciente Gran Premio de Monza en Fórmula Uno, y atleta codiciado por las grandes marcas deportivas para patrocinarlo. EFE
Por Agencia