En entrevista concedida a CNN en Español, el empresario colombiano Álex Saab afirma que las autoridades de Cabo Verde le torturaron y que le esperan castigos aún peores si termina extraditado a Estados Unidos.
“Si me extraditan a Estados Unidos, todos los expertos independientes son categóricos: estaré expuesto a técnicas de interrogatorio forzadas, a la tortura, al maltrato, a un juicio injusto, a condiciones de detención inhumanas y a castigos crueles”, dijo en una carta manuscrita, respondiendo a las preguntas enviadas por CNN, a través de sus abogados en Cabo Verde.
“Por lo demás, tengo fe en Dios y sé que me dará la fuerza para ganar”, afirmó también, en la esta primera entrevista que se le hace luego de terminar detenido hace un año, el 12 de junio de 2020, cuando volaba de Venezuela a Irán. Su avión se detuvo en la isla caboverdiana de Sal para recargar combustible y las autoridades de allí lo detuvieron en el acto.
El Departamento de Justicia de EEUU solicita su extradición a suelo estadounidense y, según la fiscalía de Cabo Verde, tras una larga batalla legal, el Tribunal Constitucional del país tomará una decisión definitiva en las próximas semanas.
Vasta red de corrupción
EEUU sostiene que Saab está detrás de una vasta red de corrupción que involucra cajas de alimentos subsidiadas por el gobierno y que ha permitido robar cientos de millones de dólares al pueblo venezolano, al tiempo que utiliza los alimentos como una forma de control social.
El Departamento del Tesoro de EEUU lo ha sancionado, mientras que el Departamento de Justicia del Distrito Sur de Florida le busca por cargos de lavado de dinero.
Saab describe su detención como un “secuestro” y como un “conflicto diplomático excepcionalmente grave”. Como es lógico, también niega las acusaciones procedentes de Estados Unidos. “Todos sabemos que sancionar es una acción política”, escribe Saab, acusando a Estados Unidos de intentar inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela.
“El hecho de que hayan optado por sancionarme confirma que le están diciendo al mundo que no tienen ninguna prueba que sustente ninguna acusación. No pueden tacharme de delincuente, pero siguen buscando destruir mi reputación”, concluye.
Rechaza las acusaciones
Saab rechaza “las acusaciones de lavado de dinero por infundadas, puramente políticas y construidas artificialmente por las autoridades para servir a intereses políticos. Se basan en testimonios proporcionados por testigos desacreditados que han resultado recompensados con la ciudadanía estadounidense por su cooperación”.
“La verdad es que las fuerzas del orden de EEUU. han hecho todo lo posible para tratar de encontrar una conexión entre mi persona y Estados Unidos, un país que no he visitado en 30 años”, añade.
Saab también afirma que las autoridades de otros países lo han tenido en la mira en el pasado y también resultaron incapaces de encontrar pruebas para condenarlo.
«Las autoridades suizas, conocidas por su meticulosidad y minuciosidad, dedicaron tres años a investigar todos los flujos de dinero que entraban y salían de cuentas específicas asociadas a mi persona”, explica. “La investigación concluyó después de que fueran incapaces de encontrar pruebas que sostuvieran las acusaciones de lavado de dinero y corrupción, las mismas en las que se basa la acusación de Estados Unidos”.
Maduro, el objetivo final
Saab cree que, al ponerlo en la mira, el objetivo final de Washington es Maduro. “Me han preguntado: ‘Alex, ¿por qué no mientes y ‘delatas’ al presidente Maduro? ¿Por qué no les das a los estadounidenses lo que quieren? Estarías en tu casa en pocos días’”, dice. “Permítanme ser muy claro, no tengo nada malo que decir del presidente Maduro, solo siento gratitud hacia él”.
Venezuela ha pedido la liberación del empresario desde su detención. Aunque el propio Maduro no ha abordado el tema públicamente, como suele hacer cuando Venezuela es noticia internacional, el gobierno del país ha dicho que su viaje a Irán fue parte de una misión humanitaria especial, como «enviado especial de Venezuela». También dice que emitió a Saab un pasaporte diplomático que le da inmunidad diplomática, y pide su liberación inmediata.
“Pisotean la ley”
“Mi arresto y detención en Cabo Verde son completamente arbitrarios, ilegales e ilegítimos, no hay duda de ello”, afirma, criticando al país africano por doblegarse a los intereses estadounidenses. “Cabo Verde presume de la independencia de su sistema judicial y se jacta de ser un bastión de los valores democráticos en África, pero los hechos dicen más que las palabras”.
Asimismo, Saab acusa al gobierno de Cabo Verde de pisotear la ley. “He sido torturado física y psicológicamente, se me ha negado la atención médica especializada que necesito. Me mantuvieron en una celda con apenas una hora de luz al día”, afirma. Saab luchó contra un cáncer de estómago en 2013 y necesita un seguimiento constante, asegura su equipo legal.
“Estoy vigilado las 24 horas del día por guardias armados”, comenta, criticando no solo el tipo de vigilancia al que está sometido, sino también la falta de indulgencia y flexibilidad de las autoridades locales. “Fue necesario que mis padres murieran de COVID para que las autoridades de Cabo Verde tuvieran una gota de compasión y permitieran a mi hermana venir a visitarme para que pudiéramos llorar juntos su muerte”.
CNN pidió a la fiscalía de Cabo Verde que comentara las acusaciones de Saab en su contra, pero declinaron hacer comentarios.
Por Agencia