Desde el pasado 17 de marzo, casi 10 meses después de su detención, el Supremo de Cabo Verde, África, autorizó la extradición del empresario colombiano Alex Saab, quien es solicitado por la justicia de Estados Unidos, acusado de ser testaferro a nombre de Nicolás Maduro y de blanqueo de dinero para el gobierno venezolano.
El empresario, desde su lugar de reclusión, contestó un cuestionario al diario El Espectador en el que aseguró que se trata de un secuestro porque no cuenta con las garantías procesales para su defensa, alegó tortura y se refirió a su relación con el abogado Abelardo de la Espriella.
“En primer lugar, dejemos clara una cosa. No estoy detenido, estoy secuestrado desde el 12 de junio de 2020”, aseguró el empresario barranquillero al periódico colombiano, debido a que aunque la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) concluyó que su captura fue ilegal, la justicia de Cabo Verde autorizó su extradición.
El 12 de junio de 2020, Alex Saab se dirigía en un avión privado hacia Irán. La aeronave había despegado en Rusia y llegó al país africano para abastecerse de combustible; en ese momento, las autoridades de Cabo Verde abordaron al empresario y lo detuvieron. Según contó él, fue empujado sin zapatos y el piloto fue obligado a salir de la isla.
El barranquillero teme llegar a una cárcel de Estados Unidos, por los brotes de COVID-19 en esos lugares, lo cual sería una “sentencia de muerte” para él debido a su condición de salud. Así mismo, asegura que podría ser torturado, porque se niega a entregar información confidencial acerca del gobierno de Venezuela.
“El presidente Maduro es una persona íntegra a la que sólo le interesa el bienestar del pueblo de Venezuela. El presidente Maduro ha demostrado un liderazgo increíble frente a las sanciones sin precedentes y los trucos políticos sucios de los EE UU. Me siento honrado de poder ayudar al presidente Maduro en todo lo que pueda mientras busca asegurar el bienestar del pueblo de Venezuela”, afirmó.
La detención se sustentó en que Saab Morán había sido incluido en la Lista Clinton, de EE.UU., por presunto testaferrato y lavado de activos de la corrupción en Venezuela. Sin embargo, señaló a El Espectador, que al momento de su captura no se le mostró ninguna orden de detención o circular roja de Interpol que se presentó al día siguiente.
Saab acusó al agente encargado de su detención, Natalio Correira, de actuar sin el consentimiento del fiscal general de Cabo Verde José Landim, y mentir sobre su solicitud internacional. Así mismo, aseguró que el ministro del Interior y el Jefe de Seguridad Nacional, Carlos Resis, mintieron siguiendo “instrucciones directas del departamento de Justicia”.
También aseguró que el primer ministro Ulisses Correira participó de su supuesto secuestro, porque según el empresario colombiano, debió ser liberado el día siguiente cuando el gobierno de Venezuela invocó su inmunidad diplomática al ser nombrado ‘Enviado Especial’ y embajador plenipotenciario de la república bolivariana por parte de Nicolás Maduro.
El empresario barranquillero afirmó que ha sido víctima de tortura desde su detención. “Fui secuestrado por Cabo Verde en connivencia con EEUU y durante siete meses me mantuvieron en condiciones que el propio Departamento de Estado de EEUU. ha calificado de “peligro para la vida”. Desde el primer día de mi secuestro, me torturaron y me presionaron para que firmara declaraciones voluntarias de extradición y prestara falso testimonio contra mi gobierno”, le dijo a El Espectador.
Se trata de torturas físicas en tres ocasiones y maltratos psicológicos. Alega que aunque su defensa lo ha pedido, no ha recibido autorización para ser consultado por un oncólogo, debido a que es “sobreviviente de cáncer”. Contó que en la cárcel fue dejado a oscuras en la celda tirado sobre el suelo, por lo que se deterioró la visión y debe usar gafas, además se le prohibió hablar con personas del penal y ha bajado 25 kilos de peso.
Según narró, se encuentra en una casa como prisión con fuerte custodia de la Policía y drones que lo siguen cuando se dirige a espacios abiertos. Su familia no ha podido visitarlo y la primera llamada la pudo realizar hasta cinco meses después de su privación de la libertad.
El diario le preguntó la razón de su nombramiento diplomático por parte del gobierno de Venezuela, que se dio después de su detención. Alex Saab negó que fuera en respuesta a la captura, sino que ha trabajado con el Gobierno desde el año 2011 junto a Hugo Chávez y continuó esa labor junto a Maduro, quien, según dijo, lo nombró enviado especial en 2018. Además, ya detenido, afirmó que el mandatario bolivariano lo designó como Representante Permanente Alterno ante la Unión Africana, el pasado 24 de diciembre.
En el cuestionario, Saab también señaló que Abelardo de la Esperilla, quien fue su abogado, sigue siendo su amigo. “Abelardo de la Espriella es un gran abogado y amigo. Sus credenciales profesionales son bien conocidas por todos. Simplemente ejerció como mi abogado durante unos años y dejó de serlo hace un par de años. Sigue siendo mi amigo y las diferencias políticas no tienen nada que ver con el ejercicio de su profesión”, escribió.
Saab espera que Cabo Verde acoja la decisión del CEDEAO que, según afirma, es vinculante para la isla, en la que se pide su liberación por irregularidades en la captura y detención. Niega ser testaferro de Nicolás Maduro porque el líder del régimen venezolano “no necesita” ese tipo de propietarios.
Por Agencia