Al menos 14 personas resultaron heridas este domingo en un atentado suicida contra la catedral de Makassar, en el este de Indonesia, tras la misa de Ramos, celebración que marca para los cristianos el inicio de la Semana Santa.
En el exterior del edificio, ubicado en la parte meridional de las islas Célebes, había restos de cuerpos mutilados por la poderosa deflagración, que se produjo a las 10h30 locales (03h30 GMT). Al menos 14 personas resultaron heridas, indicó la policía, sin dar precisiones sobre su estado de salud
El presidente indonesio, Joko Widodo, “condenó con firmeza el acto terrorista”.
“El terrorismo es un delito de lesa humanidad”, subrayó el jefe de Estado. “Hago un llamado a todos para luchar contra el terrorismo y el radicalismo, que son contrarios a los valores religiosos”, añadió.
Restos humanos
Argo Yuwono, un portavoz policial, por su parte, había declarado antes: “dos personas circulaban a bordo de una motocicleta cuando se produjo la explosión en el portal de la iglesia, los asaltantes intentaban ingresar en ella”.
“La moto quedó destruida y hay restos humanos. Seguimos recogiendo los restos y estamos intentando identificar el sexo de los asaltantes”, agregó.
Imágenes de televisión mostraban vehículos dañados en las cercanías del edificio, que fue acordonado por la policía.
La explosión se produjo poco después de que acabara una misa en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, sede de la arquidiócesis de Makassar, ciudad portuaria de 1,5 millones de habitantes y capital de la provincia de Sulawesi del Sur, en la isla de Célebes.
Al final de la misa
“Habíamos terminado la misa y la gente regresaba a su casa cuando se produjo” la explosión, declaró a la cadena Metro TV el sacerdote Willem Tulak.
Afirmó que un parroquiano trató de impedir lo que describió como un “kamikaze” que pretendía entrar.
Un testigo señaló una explosión “muy fuerte”. “Había muchas personas heridas en plena calle. Yo ayudé a una mujer herida y cubierta de sangre”, indicó. “Su nieto también resultó herido”, añadió.
Según la policía, fue un agente de seguridad el que impidió que la moto ingresara en el perímetro de la catedral del Sagrado Corazón de Jesús.
El domingo de Ramos marca la entrada de Jesucristo en Jerusalén, según la tradición cristiana, inicio de la Semana Santa.
El Papa Francisco indicó que rezó por todas las víctimas de la violencia, “particularmente por las del ataque de esta mañana en Indonesia, frente a la catedral de Makassar”.
Las iglesias cristianas han sido objetivo de ataques de los extremistas en Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo.
Atentado de 2018
En mayo de 2018, una familia de seis personas –entre ellas dos niñas de 9 y 12 años y dos adolescentes de 16 y 18– hicieron estallar bombas contra tres iglesias de Surabaya, la segunda ciudad del archipiélago.
El mismo día, una segunda familia detonó, aparentemente por accidente, una bomba en un apartamento, y al día siguiente una tercera familia cometió un ataque suicida contra una comisaría.
Estos atentados, que dejaron en total 15 víctimas mortales y 13 muertos entre los asaltantes –entre ellos cinco niños– fueron los más sangrientos cometidos en el archipiélago en una década.
Las tres familias radicalizadas estaban vinculadas al movimiento yihadista Jamaah Ansharut Daulah (JAD), que apoya al grupo Estado islámico (EI). Los ataques fueron reivindicados por el EI.
Más de 200 personas murieron en 2002 en atentados en la isla de Bali atribuidos a la organización islamista indonesia Jemaah Islamiyah (JI).
Por Agencia