El bate de Harold Castro le bastó a la novena de Leones del Caracas para doblegar a Águilas del Zulia 3 a 2 en el Estadio Universitario y mantenerse como los líderes absolutos del torneo, con 28 triunfos en la temporada que los acerca cada vez más al Round Robin.
Castro fue el autor del hit en el noveno inning con el que los melenudos pudieron destrabar las acciones y dejar en el terreno a un conjunto marabino, que cayó por sexta ocasión consecutiva y que vio reducir sus opciones clasificatorias, después de caer hasta el último lugar de la tabla, sitial que comparte con Caribes de Anzoátegui a 10 juegos y medios de diferencia con respecto al primer lugar y a 3.5 del quinto peldaño, que otorga la posibilidad de jugar el Play In hacia la postemporada.
“En realidad estaba esperando que el mánager de ellos (Orlando Muñoz) saliera y trajera al zurdo, ya que me había ido bien todo el día ante los derechos. Me quedé esperando y estaba mentalizando también para el zurdo, aunque gracias a Dios dejaron al derecho, pude cambiar mi perspectiva en el momento, mientras iba caminando hacia el home y se lograron los resultados”, contó Castro al final del desafío en entrevista para SimpleTV.
Con discrepancia a lo ocurrido en los más recientes desafíos, el Caracas prescindió en esta ocasión de su voraz ofensiva, pues lograron solo seis imparables en la jornada, de los cuales cuatro salieron desde el madero de Harold Castro. Los otros dos fueron producto de un sencillo de Freddy Fermín y un inatrapable de Wilfredo Tovar.
La gran clave del lauro estuvo en lo que fue la labor de su cuerpo de lanzadores, encabezada por el grandeliga Jhoulys Chacín, que apenas en su segunda apertura de la campaña sacó sus credenciales a relucir y transitó cuatro entradas; con uno que otro inconveniente, del que logró salir siempre gracias a toda la experiencia adquirida en lo extenso de su trayectoria.
El primer lío lo superó en el capítulo uno, cuando llegó a tener hombres en primera y segunda base antes de obligar al careta Héctor Sánchez a elevar la pelota para ser luego atrapada por el guante del jardinero central.
Leones le brindó respaldo pronto. En la baja de ese primer capítulo, el propio Castro sería el encargado de pisar el plato con la rayita de la quiniela tras elevado de sacrificio de Oswaldo Arcia, ante los envíos del tirador debutante Héctor Supúlveda, abridor de los rapaces.
Al igual que Chacín, el foráneo oriundo de México dejó una grata impresión a pesar de haber mostrado ciertos síntomas de descontrol que lo llevó a obsequiar hasta trío de boletos en los 4.1 episodios de faena que totalizó, con 4 inatrapables y un par de ponches.
Los reemplazantes de Sepúlveda y de Chacín no desentonaron. Tanto Yoimer Camacho y Luis Rico, por un lado; así como Jefferson Medina y Francisco Carrillo por el otro, lograron ejercer dominio en los sables rivales al lanzar cada dueto 1.2 y 2.0 innings en blanco, respectivamente.
No fue sino hasta el séptimo tramo cuando volvió a haber movimiento de carreras en el partido, cuando Águilas se alzó para igualar las acciones, comandados por un doblete de Bryant Flete, quien a la postre anotó con incogible del refuerzo estadounidense Niko Hulsizer, causándole así daños a Miguel Socolovich, encomendado por José Alguacil para mantener la diferencia, tal y como lo había hecho en sus últimas cuatro presentaciones previas. Pero el veterano no pudo y tuvo así su segundo blown save del vigente torneo. Aunque el experimentado derecho contó con mala suerte. El roletazo de Hulsizer le impactó en una pierna y desvió su trayectoria, lo que evitó que el intermedista Tovar pudiera fildearlo.
En el octavo, el necesitado equipo de Zulia volvería al ataque y logró ponerse en ventaja, después de que José Mújica en labores de relevo permitiera hit de Carlos Herrera, que avanzó hasta la intermedia con rodado a la inicial de Kenedy Corona, aunque luego alcanzaría la registradora con otro petardo al gramado izquierdo, el tercero del día para Bryant Flete.
La alegría fue efímera en el nido aguilucho. Porque Leones ripostó rápido y en el cierre de ese octavo acto puso la paridad de nueva cuenta en la pizarra, nuevamente en las piernas de Harold Castro y con otro fly de sacrificio, en esta oportunidad del dominicano Isaías Tejeda.
Para la novena entrada, al mandamás Alguacil no le tembló el pulso de colocar a su cerrador estrella sobre la loma, con la intención de mantener a raya a los marabinos, y Anthony Castro no lo defraudó al sacar los tres outs, con un boleto de por medio y dejar en manos del ataque la posibilidades de conquista.
Orlando Muñoz, nuevo capataz de los zulianos, optó por darle la bola al hasta ahora dominante serpentinero dominicano Carlos Espinal y este al final no pudo retribuirle la confianza, con todo y que se deshizo categóricamente del primer rival con el que se midió, el bigleaguer Orlando Arcia, con un ponche tirándole.
A Alexander Palma como siguiente bateador le obsequió la primera base por cuatro envíos malos. El robusto toletero fue sustituido por Juan Infante como corredor emergente y el movimiento iba a generar dividendos. La velocidad de Infante le permitió alcanzar la intermedia luego de un manso rodado de Wilfredo Tovar hacia los predios del inicialista.
Fue así como le llegó el turno a Harold Castro para que redondeara su noche y en conteo de dos bolas y un strike, con toda la habilidad que lo caracteriza, logró sacar un hit entre la tercera almohadilla y el campocorto para que Infante se engomara, a pesar de un certero disparo del patrullero izquierdo Hulsizer, que llegó con tiempo y buena ubicación, pero el receptor Héctor Sánchez no pudo retener en el contacto con el corredor y tuvo que lamentarse cuando todo el dugout caraquista saltó al terreno en búsqueda del héroe Castro a celebrar.
“Desde que comenzó el inning él (Espinal) estaba tirando mucho cambio. Fui mentalizado en ese pitcheo. Sabía que me iban lanzar difícil. Más aun sabiendo que atrás de mí venía un bateador derecho, derecho contra derecho, por lo que me senté a esperar que se equivocara y lo dejara en el medio”, describió Castro sobre la confrontación en la que salió victorioso.
Anthony Castro celebró en alto su reciente pacto con una organización en MLB al obtener su cuarto ganado del campeonato, mientras que el quisqueyano Espinal cargó con su primer descalabro en la LVBP.
Caracas ahora presenta foja de 28 y 17, el mejor registro del torneo con el que asegura quedar a medio juego por delante de cardenales de Lara, su más cercano perseguidor y que también ganó su duelo del día frente a Tiburones de La Guaira en Macuto.
“Contento de lo que hemos estado logrando en el transcurso de la temporada. Hay que seguir jugando la pelota duro, seguir haciendo las pequeñas cosas del béisbol, para concretar esas victorias y poder clasificar en la parte alta de la tabla”, expresó el prolífero segundo bate melenudo, que cerró la jornada de 5-4, con remolque y un par de anotadas.
Por: Prensa LVBP