lunes, mayo 20

Activación turística y comercial aspiran artesanos de Tintorero

Artesanos de hamacas en el estado Lara (Barquisimeto) esperan deseosos el intercambio comercial y el compartir sociocultural, con propios y turistas, que se dará en la venidera trigésima feria de Tintorero.

La población, y a su vez la parroquia Tintorero, se encuentra ubicada a un poco más de 27 kilómetros al oriente de Barquisimeto, en la entrada al municipio Jiménez (Quibor) pasando por el tramo de la autopista nacional, conocida como la Lara-Zulia.

Al encuentro de artesanos, los organizadores han dejado entrever que asistirán cultores de todo el territorio nacional, con el propósito de fortalecer el intercambio productivo desde la entidad larense, la cual será sede de la Feria Internacional de Turismo (Fitven), en el mes de noviembre.

Leonel Francisco Rodríguez Martínez, con 42 años de edad y 30 dedicado a la elaboración de hamacas comunicó: “Nos preparamos para la edición número 31 que debería ser la número 33 pero por la pandemia por COVID-19 no se realizó en dos años”.

Rodríguez Martínez aspira que unos días antes del primero de octubre del presente año, sea instalada la feria artesanal de Tintorero, por lo que se está preparando para familiarizarse con sus homólogos cultores de todo el país.

Sobre la dinámica para la producción de las hamacas durante todo el año, apuntó que existen en Lara tres importantes proveedores de materia prima, uno de importación y dos de fabricación nacional.

Con sus 30 años dedicados al tejido de las hamacas y al dominio de las técnicas ancestrales como el hilado, cardado y el teñido de la lana de ovejo, Rodríguez Martínez añadió que las ferias siempre han significado una oportunidad de exponer y compartir con los turistas y los propios larenses que acuden desde los otros, ocho municipios.

Al momento de recorrer durante la feria, el centro artesanal y cultural de Tintorero hay que tomar en cuenta que está dividido por varios pasillos: Don Esteban Montes, Marcolina Mendoza, El Molino, Las Aldeas y La Autopista, este último haciendo alusión a la troncal vial Lara-Zulia que bordea al pueblo de Tintorero.

La producción artesanal de Rodríguez Martínez se destaca por el tejido de hamacas tipos kinsai, matrimonial e individual; así mismo cobijas, individuales para mesas y sillas; las sillas con eje conocidas como “Masayas”, cuyo término es originario de una población nicaragüense.

Actualmente, desarrolla su trabajo en tres telares, auspiciando trabajo cooperativo con jóvenes, siendo de su preferencia y dedicación la parte del acabado de las piezas y el encabullado.

Telares del poblado de Tintorero | Outdoor furniture, Outdoor decor, Decor

Este artesano contó que sus inicios fueron en un telar que le regaló su abuela materna, quien le dijo “te voy a dar esto de herencia” y desde entonces, su inspiración y fuerza por el tejido.

Alrededor de 35 dueños de talleres siguen apostando por la fábrica del tejido en Lara, desde Tintorero. Rodríguez Martínez significó que desde el 2002 al 2012, fue la década más próspera y describió que para ese entonces, había alrededor de 600 talleres, con mínimo tres telares en cada uno. Un ejemplo de ellos es el taller de Marcolina Mendoza, ícono del pueblo Tintorero.

La primera hamaca

Los artesanos de Tintorero antes de la primera hamaca solamente tejían cobijas de lana que llamaron “burreras”, fue en el año 1982 que Esteban Montes junto a Iginio Aranguren crearon la primogénita versión.

El arte del tejido de la hamaca en Tintorero tuvo inspiración margariteña (gentilicio del estado Nueva Esparta cuya capital es Margarita) puesto que Aranguren adquiere el producto para su venta en su pueblo, a orillas de la vía Lara-Zulia, mucho antes de su particular elaboración en Tintorero.

El detalle estuvo en que un día, Montes y Aranguren desarmaron la hamaca de Margarita e hicieron la primera hamaca en Tintorero, estableciéndose la enseñanza de generación en generación que hoy cuenta ya con 41 años.

Nieto de Montes sigue con las hamacas

Otro artesano con 33 años dedicado al tejido es Dannys Bladimir Montes, nieto de Esteban Montes, quien comunicó su añoranza de años pasados. “Lástima que hoy en día no es como antes que el turismo nos visitaba a diario y salíamos a exposiciones fuera del estado”.

Montes es de lo que opina que las ferias se constituyen en una oportunidad para dar a conocer sus creaciones, entre las cuales mantiene su dedicación por las hamacas.

Relató que cuando era niño ayudaba a su abuelo a recoger la lana de ovejo y a lavarla, recordando que su abuelo cuando él tenía trece años, lo hizo reflexionar diciendo: “¡Sí no va a estudiar, pues trabaje!. Y, fue así, que empezó a enseñarme todo lo que era el tejido” añadió Montes.

Los entrevistados aseguraron que actualmente las hamacas son fabricadas con hilo pabilo y que continúa vigente el pensamiento de Sixto Sarmiento: “El telar es como la vida, tiene muchos hilos que no conviene enredarlos”.

Lo que debes saber

La parroquia Tintorero está compuesta por 65 caseríos; cada uno caracterizado por la dedicación de su gente en el aprovechamiento de la materia prima que subyace en cada territorio.

En Insfopal son expertos en la fabricación de diversos juguetes a base de vera tales como trompos, pilones y dominó; en Auyamal trabajan la madera blanda (el samán y cedro); en La Costa se mantiene el trabajo con gres y fabricación de adobe y tejas para la construcción de vivienda.

Tintorero comparte el territorio del municipio Jiménez (Quibor), en el estado Lara, junto a sus otras parroquias: Coronel Mariano Peraza, Cuara, Diego de Lozada, José Bernardo Dorante, Juan Bautista Rodríguez, Paraíso de San José y San Miguel.

Referencias de la historia oral entre los pobladores señalan que el nombre de Tintorero proviene de las pinturas utilizadas por los aborígenes de la zona; aunque otra interpretación resalta que existió una señora que tenía una vaca llamada Tintorera que todos los días, iba a un pozo cercano y un día de tantos se quedó atoyada y posteriormente, murió.

A partir de ese hecho, los pobladores hacían referencia del sitio señalando, “allá, donde murió Tintorera” y así fue evolucionando el comentario hasta establecerse como nombre de la población.

Es de hacer notar que para 1926, Tintorero recibió un reconocimiento en una exposición realizada en España en la que participó Juan Evangelista Torrealba, padre de Esteban Montes. Torrealba envió una cobija “burrera” al citado país europeo y ganó un premio, el cual permitió la proyección internacional de los cultores de Tintorero.

Por: Agencia