domingo, diciembre 22

¡Acate mi orden!”, disección de la confrontación entre Arce y el general “golpista”

“¡Acate mi orden!”, gritó el presidente de Bolivia, Luis Arce, al ahora destituido jefe militar Juan José Zuñiga, en la entrada de la sede del Ejecutivo boliviano, después de que el excomandante del Ejército derribara con un tanque la puerta del edificio, en una acción, que en palabras de Zuñiga, buscaba “cambiar el gabinete de Gobierno” y “restablecer” la democracia.

Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca y parte del gabinete confrontaron en la entrada del Palacio Quemado a Zuñiga y al grupo de militares encapuchados que lo acompañaba, e impidieron que ingresaran a la sede del Gobierno en la ciudad de La Paz.

El presidente boliviano, un economista de 60 años, con la frente en alto y con un tono de voz firme se paró frente al experimentado militar Zuñiga y le ordenó que “repliegue todas sus fuerzas” con el brazo derecho estirado señalando hacia afuera del edifico.

El exjefe militar se negó a acatar la orden, mientras el mandatario repetía a pocos centímetros del rostro de Zuñiga y con el indice en alto “¡acá está su capitán!”, en ese momento la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, hizo eco a sus palabras repitiendo “aquí está su capitán” y señalaba a Arce.

“Vuelva a sus órdenes y lleve a toda la Policía Militar a sus cuarteles en este momento”, volvió a gritar el presidente al militar, y Zuñiga respondió con rostro contrariado “no puede ser el desprecio” y volvió a negar la orden.

El corto momento de la confrontación entre Arce y el militar “golpista” terminó con la pregunta del mandatario al militar “¿no me va a hacer caso?” y con un último gesto de negación de Zuñiga.

Antes de retirarse, Luis Arce levantó el Bastón Presidencial y volvió a preguntar “¿sabe qué es esto?”, mientras sus seguidores gritaban “¡respete la democracia!”, “‘¡Lucho (Arce) no está solo!” y “¡fuera los golpitas!”.

Zuñiga salió a la plaza y se metió a un tanque, mientras que Arce minutos después del careó, anunció el relevo de toda la cúpula de las Fuerzas Armadas y nombró a los tres nuevos comandantes.

Poco después del cambio de los altos mandos militares, Zuñiga replegó a sus fuerzas y retiró los tanques de la Plaza Murillo, en el centro de La Paz.

Unas horas después, Zuñiga fue capturado por la Policía frente al Estado Mayor.

El destituido jefe militar durante su aprehensión acusó al presidente Arce de haber ordenado la acción militar para “levantar su popularidad”.

“Montaje” y señal de debilidad

La oposición en Bolivia señaló que la operación de Zuñiga y la confrontación con Luis Arce fue un “montaje” y un “autogolpe” para aumentar la popularidad del Gobierno.

La senadora del partido opositor Comunidad Ciudadana (CC) Andrea Barrientos pidió al Gobierno y al Ejército boliviano explicaciones “del show que montaron”.

“Esto implica una ruptura constitucional y trajo sus consecuencias. Tiene que investigarse también al presidente y al vicepresidente (David Choquehuanca)”, dijo a EFE.

Reymi Ferreira, exministro de Defensa de Evo Morales (2006-2019), declaró a EFE que los hechos ocurridos este miércoles en La Paz abren “un nuevo frente de lucha” para el Gobierno boliviano.

“Ahora ya son frentes militares”, subrayó.

Asimismo, señaló que pese a haber sido una acción militar que se desinfló en cuestión de minutos, “no dejó de dar una sensación de debilidad” estatal.

Por: Agencias / Foto: Cortesía