viernes, diciembre 27

Muere el dibujante Neal Adams, leyenda del cómic de superhéroes, a los 80 años

Ilustró el problema de las drogas en plena publicación de superhéroes, exploró el interior de un vengador, dibujó a Superman luchando contra Muhammed Ali y, sobre todo, cambió para siempre la forma de contar una historia en viñetas. El dibujante Neal Adams, considerado una leyenda del cómic, célebre por su estilo fotorrealista a la hora de retratar a personajes como Batman, así como por su empedernida lucha por los derechos de los creadores, murió este jueves a los 80 años, como confirmó su esposa, Marilyn Adams, a la revista estadounidense The Hollywood Reporter.

La etapa de Adams como dibujante de Batman a finales de los sesenta, en la que coincidió con el escritor Dennis O’Neil, supuso una revolución para las aventuras del caballero oscuro. No solo aportaron un tono más maduro, generando una sensación de mayor realismo, sino que además el artista fue uno de los pioneros en poner en marcha una etapa de superhéroes más musculados en el apartado gráfico.

Tanto fue su éxito, que la editorial DC les puso a cargo de uno de los proyectos más mercadotécnicos de su historia: el comic Superman vs. Muhammad Ali, que convirtieron en un incunable difícilmente repetible gracias a la superioridad de cada dibujo de Adams. También en uno de los grandes best-seller del género, claro. A lo largo de su trayectoria, además, retrató a varios personajes icónicos con poderes extraordinarios como Deadman, la Patrulla X o los Vengadores.

El artista es citado a menudo como influencia por decenas de dibujantes actuales, tanto que conocidos dibujantes y guionistas como Carlos Pacheco, Tom King, Santiago García o Jon Bogdanove homenajearon a Adams en la red social Twitter, además de destacar la enorme importancia que tuvo para que ellos mismos se apasionaran a los tebeos o para la historia del medio en sí.

Hasta un mito como Frank Miller contaba hace años que una portada de X-Men dibujada por Adams fue uno de los principales impulsos que le empujó a intentar dedicarse a los cómics. Adams es también el cocreador de personajes tan relevantes en la saga del hombre murciélago como el villano inmortal Ra’s al Ghul y su hija, Talia. Ambos ocupan un rol fundamental en la trilogía cinematográfica de Batman que filmó Christopher Nolan, interpretados por Liam Neeson y Marion Cotillard, y han sido decenas de veces adaptados a otros medios.

El artista barcelonés Jorge Fornés, uno de los españoles que dibuja para los grandes sellos como Marvel y DC, y que desde 2014 ha trabajado eventualmente como dibujante de Batman, ha rendido un homenaje al difunto en su cuenta de Twitter compartiendo una ilustración icónica del propio Adams: el hombre murciélago con Talia al Ghul, el personaje creado por Adams que hoy es además madre (junto a Bruce Wayne) del Robin Damian Wayne.

Todo surgió rompiendo las normas. En plena efervescencia cultural de los setenta, O’Neil le acompañó como pareja creativa de nuevo para seguir desplegando el realismo social en el cómic estadounidense con Linterna Verde y Flecha Verde, en una serie de historias donde emprendían un viaje que les llevaba a lo más oscuro del país: racismo, barrios marginales frente a la gentrificación urbana, la explotación laboral y hasta la caída en la droga del acompañante del superhéroe arquero.

Tras el Watergate y el fiasco de Vietnam, el país descubría que no era el icono perfecto que vendían, y los superhéroes, cuya periodicidad siempre sirvió para vivir con la actualidad, no podían quedarse atrás. Se unieron además a las causas de los movimientos de los derechos civiles lanzando juntos a uno de los primeros iconos negros en los cómics de DC a principios de la década de los setenta, el Linterna Verde Jon Stewart. Durante largas épocas fue más popular incluso que el primer guardián espacial con anillo de poder, Hal Jordan. El trato de temáticas evitadas hasta el momento por parte de O’Neil y Adams fueron fundamentales para profundizar en la madurez del medio.

Pero también fue pionero en los despachos. A mediados de 1970, y cansado por las limitaciones que las editorial Marvel y DC daban y dan a sus creadores sobre los derechos de autor, fundó Continuity Studios, una compañía para artistas destinada a elaborar cómics y campañas comerciales entre otros servicios. Allí tendría toda la propiedad de sus personajes e historias, y no solo un sueldo y una palmada en la espalda cada vez que los adaptasen a otros medios. De ahí nacieron personajes como Bucky O’Hare, que en 1991 tuvo una adaptación de animación para la pequeña pantalla, o Ms. Mystic.

Ese es el camino que hoy siguen la práctica totalidad de autores que se hacen un nombre en las dos grandes editoriales del cómics estadounidense. Y no solo luchó por sus derechos. Adams fue uno de los más notables y abiertos defensores de que DC devolviese a Jerry Siegel y Joe Shuster, y herederos, parte de la autoría (y ganancias) del personaje sobre el que se había asentado no solo esa editorial, sino todo el noveno arte: Superman. En los años de su madurez, Neal Adams hizo que la industria del cómic fuera un poco más justa y socialmente relevante. Neal Adams es historia del cómic.

Por: Agencias / Foto: Cortesía