viernes, noviembre 22

Venecia arma a sus turistas con pistolas de agua contra las gaviotas

Venecia tiene fama mundial por su belleza, su carnaval, sus canales… y por sus gaviotas. No es la única ciudad que las padece –en Roma, por ejemplo, los turistas pueden fotografiarse con una de ella a orillas del Tiber ‘sobornándolas’ con algo de comida–, pero si es la única que ha decidido armar a sus visitantes con pistolas de agua para espantarlas.

Según informan medios italianos como Il Giornale, esta semana se celebra un encuentro en el que se estudiarán posibles medidas para contener a las gaviotas como instalar bolardos electrostáticos y mecánicos y sistemas acústicos. Pero hasta que se llegue a una solución más ortodoxa, por decirlo así, en algunos hoteles han optado por regalar a sus huéspedes una pistola de agua para disuadir a las gaviotas. Su presencia tiene tendencia a estropear desayunos y almuerzos al aire libre y con vistas a los canales.

Paolo Lorenzoni, director del hotel Gritti, uno de los dos establecimientos que han puesto en práctica esta medida, cuenta que las aves en cuanto avistan la pistola “se van corriendo”. Al parecer es importante el detalle de que sean de color naranja y ni siquiera hace falta que los huéspedes hagan uso de ellas para ahuyentarlas. “Probamos de todas las formas, con un búho falso que estaba dando vueltas, pero las palomas se le subieron a la cabeza. El cetrero tiene un costo y llamarlo todos los días se vuelve excesivo”, ha añadido Lorenzoni sobre otros métodos que han probado.

Las gaviotas son un verdadero problema y su actividad se ha intensificado en los últimos meses. El director de este histórico hotel veneciano reconoce que en muchos casos han tenido que “reembolsar a los clientes las bebidas esparcidas por el suelo y las manchas en la ropa” por culpa de estas aves. Quienes han promovido el uso de las pistolas de juguete aseguran que con ellas no se hace ningún daño al animal.

El medio local Nuova Venezia cita un estudio del consorcio interuniversitario Corila según el cuál se detectó que los primeros nidos de gaviota en la ciudad se construyeron a comienzos de la década de los 2000 y que se calcula que la población de esta ave ronda las 500 parejas. En este mismo medio recuerdan algunas medidas que funcionaron para contener a las palomas. Destacan las de prohibir la venta de cereales y colocar pinchos y alambres para evitar que se posen.

Por: Agencia