El Real Madrid aún digiere la dura derrota en el clásico ante el Barcelona por 0-4 en el estadio Santiago Bernabéu, con dos días y medio libres para los jugadores, once de ellos concentrándose con sus selecciones, y el foco puesto en Carlo Ancelotti tras su planteamiento fallido, con las altas esferas manteniendo la confianza en el técnico italiano por la buena Liga que está firmando y con muchas esperanzas puestas en la Liga de Campeones.
No habrá ninguna decisión drástica sobre la figura de Ancelotti hasta el final de la temporada, cuando se realizará un balance sobre su gestión, aseguraron a EFE fuentes del club blanco, que no ocultaron la gran decepción sentida el día de ayer por su pobre desempeño contra su mayor rival liguero, pero mantienen plena confianza en su entrenador.
En su contrato tiene firmada una temporada más, hasta el 30 de junio de 2023, y a no ser que el Real Madrid protagonice un desplome sin precedente en la recta final de LaLiga Santander y sufra una dura eliminación europea con la imagen dejada en el clásico, nada provocará un cambio en el banquillo.
Lo que dejó el partido en la directiva madridista es un pensamiento dirigido hacia la necesidad de reforzar el bloque. Junto a la llegada del deseado Kylian Mbappé para dar un salto de calidad, gana peso la necesidad de fichar a un delantero centro puro que ofrezca garantías cuando Karim Benzema cause baja. El nombre del noruego Erling Haaland y pelear por su fichaje está sobre la mesa del presidente Florentino Pérez.
El Real Madrid cuenta con la liberación presupuestaria que dejará la salida de jugadores con una ficha más que alta como el galés Gareth Bale o el brasileño Marcelo, también se cerrará el ciclo de Isco Alarcón, mientars que buscarán darle salida al belga Eden Hazard. La gerencia madridista se ha dedicado en el último tiempo a rastrear el mercado en búsqueda de jugadores de nivel que mejoren una plantilla en la que ya invirtieron en grandes promesas jóvenes que sí cuentan para Ancelotti.
La plantilla hace autocrítica tras la derrota más dura de la temporada, la sexta. Carlo Ancelotti asumió públicamente la responsabilidad de lo ocurrido y se apuntó como el único culpable de la mala imagen de su equipo, mientras que los jugadores lo hacen de forma individual en unos días para desconectar y regresar con energía para reaccionar con rapidez, puesto que, en caso contrario, el pulso por la Liga podría resucitar.
Los jugadores están citados para regresar a los entrenamientos el miércoles en la Ciudad Real Madrid, con la atención puesta en la recuperación de los lesionados, los franceses Karim Benzema y Ferland Mendy, a los que tanto añoró Ancelotti.
El técnico italiano cruza los dedos para que en este parón no regrese ninguno de sus internacionales lesionados para una fase clave de la temporada, pues durante las dos próximas semanas perderá a Dani Carvajal, David Alaba, Fede Valeverde, Militao, Casemiro, Vinícius, Rodrygo, Eduardo Camavinga, Luka Modric, Luka Jovic y Gareth Bale.
La visita a Vigo del sábado 2 de abril adquirió mayor importancia para evitar que el Sevilla y Barcelona, que se enfrentan en la próxima jornada, aumenten sus esperanzas de pelear por el título de Liga. Desde mayo de 2014, el Real Madrid no pierde en la competición doméstica ante el conjunto gallego, con el que solo ha cedido dos empates en los quince últimos enfrentamientos, en los que firmó trece victorias.
En Balaídos, desde aquel 2-0 de la temporada 2013-14, ganado en seis ocasiones, las tres últimas de forma consecutiva, y empatado una. Con 23 goles en esos siete encuentros de Liga, presenta una buena media goleadora de 3,2 goles por partido en sus encuentros más recientes.
Por: Agencias / Foto: Cortesía