Este 10 de marzo en Venezuela se celebra el Día del Médico en honor a un insigne catedrático de la Medicina que nació en una fecha como hoy del año 1786 y quien marcó una huella indeleble en el campo científico, político y social del país. Se trata del doctor José María Vargas que con sus aportes en este campo y su decisión de establecer nexos entre los profesionales del área fue uno de los fundadores de la Sociedad Médica de Caracas.
La celebración quedó instaurada en 1955 por la Federación Médica Venezolana y desde entonces hay un día del año para recordar a uno de los precursores de los estudios científicos y de formación en este sector, pero también para homenajear a los miles de venezolanos destacados o no que han dedicado su esfuerzo para ser garantes de la salud de los millones de habitantes de este país.
Compromiso con la sociedad
Datos recientes aportados por la Federación Médica Venezolana indican que la estampida migratoria nacional llevó a más de 40 mil profesionales del área de la medicina a buscar otros horizontes para poner a disposición de sus pares humanos sus capacidades y virtudes.
No sólo se han ido del país para obtener mayores ingresos económicos, sino que se trata también de ejercer en ambientes que le ofrezcan protección social y estabilidad emocional.
Sin embargo, todavía resiste en el país un numeroso grupo de médicos cirujanos y especialistas que dedican sus máximos esfuerzos por ofrecer salud a quienes la requieren en medio de la crisis que toca sin distingo a todos los venezolanos.
En Foco Informativo se expondrá la visión de la doctora Joanna Carrasco y del doctor Jean Carlos Morales. Carrasco es docente de pre y post grado de la Universidad del Zulia, especialista en Cirugía Pediátrica, mientras que Morales tiene especialidad en Oftalmología.
Razones para celebrar
Ambos profesionales son coincidentes en que la fecha se debe celebrar pese a las circunstancias que atraviesa el país, y específicamente el sector de la salud. El esfuerzo superior que desarrollan todos los médicos para cubrir las expectativas de salud de sus pacientes lo requiere, porque se convierten en un estímulo para continuar laborando en el estado.
Carrasco señala que no solo se debe celebrar un día, sino todos los días porque los médicos deben proveer salud por encima de las carencias que en el campo público y, un poco menos en el privado pero que no lo eximen de la situación país.
Ante ello las circunstancias en las que está envuelta la sociedad venezolana los impulsa a buscar soluciones a los problemas que traen los pacientes así como aplicar ingenio para encontrar herramientas que permitan llegar a la sanación.
Vías de enfrentar su día a día
Para nadie es un secreto que existen serias carencias físicas y de insumos en los hospitales públicos, que los pacientes deben soportar a la hora de asistir a un centro de salud bajo administración del estado.
El medio ambiente los empuja a enfrentar la situación con un máximo de dedicación para dar respuesta a quienes atienden.
Refieren ambos, en entrevista con Foco Informativo, que sus horas transcurren en consultas tanto en el sector privado como en el público, porque es evidente que los ingresos del último no les permiten enfrentar el alto costo de la vida.
Agregan que la dolarización explícita de la economía del país ha ayudado a cubrir las exigencias para obtener salud de muchos pacientes pero no es la regla general porque la casi totalidad de los que atienden en el sector público son personas altamente afectadas por la crisis.
Tanto Carrasco como Morales entienden que deben continuar con sus ocupaciones formales en ambos sectores de la salud nacional porque es su deber ofrecer sus conocimientos a disposición de todos.
Por: Edgar Bolívar