viernes, noviembre 22

Ismael Cala en Maracaibo: Los venezolanos eligieron vibrar diferente con la felicidad

Con un dominio del lenguaje motivacional llegó a Maracaibo el periodista Ismael Cala, quien le dio a los marabinos la oportunidad de vivir la “experiencia” de su nuevo Bestseller: Fluir para no Sufrir, evento realizado a beneficio de la Fundación Innocens.

El conferencista tomó unos minutos, antes de subir al escenario, para compartir con Estefany Moreno, una joven que está viviendo “un segundo aprendizaje con el cáncer”. La mujer fue invitada por sorpresa al evento gracias a una “hada madrina que conocía la admiración” que Moreno siente por el presentador de televisión.

Concluida la conversación con la valiente mujer Cala salió, luciendo un traje negro diseñado por Douglas Tapia, por uno de los pasillos del Aula Magna de la Universidad Rafael Urdaneta mientras sonaba «Venezuela».

La animadora Andreina Socorro se encargó de presentar ante el público al estratega que manifestó estar emocionado por reencontrarse con el público de la tierra del sol amada.

Con saltos y bailes al son del regatón, Cala invitó a mirar a los ojos a las personas cercanas y preguntarles: ¿estás estreñido, estas estreñida? Si la persona sonríe dígale ¿cómo te puedo ayudar a evacuar?, con eso el cubano logró romper el hielo para dar inicio a la conferencia.

El ganador del premio Personalidad de Iberoamérica 2013 rememoró que desde hace nuevos años no visitaba Maracaibo, y aprovechó la oportunidad para darle las gracias a la productora Mónica Gallardo, a quien definió como una mujer “emprendedora, con empuje y resiliente”. El periodista selló el agradecimiento por el apoyo para el evento con un abrazo a Gallardo que pidió fuese transmitido al resto de los patrocinantes.

“Estar en Maracaibo es un sueño hecho realidad, ¿saben por qué?; porque yo tengo la llave de esta ciudad, y si uno tiene la llave de una ciudad es para que regrese muchas veces”, señaló Cala.

El filántropo bromeó junto al público indicando que tiene incontables amigos maracuchos que siempre comentan que Maracaibo es mejor que el resto de Venezuela. “Fíjense si es así que me acotaron al llegar aquí que los maracuchos son los únicos que celebran un día especial que es el Día de la Zulianidad”.

Enseñar estrategias

El cubano explicó que vino al país a enseñar estrategias, herramientas y métodos para emplear en la vida y evitar que lo que ocurra afuera, sea agradable o no, te afecte. “Si yo tengo las estratégicas voy a poder continuar con mi paz, mi fuerza serena, continuar reconectando”, dijo.

Manifestó que los venezolanos escogieron “vibrar diferente” con el bienestar y la felicidad. Considera que esta elección es la que el país merece, “así lo sentí desde que aterrice en esta tierra luego de seis años”.

Cala detalló que trajo una experiencia basada en 321 páginas de su nuevo libro Fluir para no sufrir, un texto en el que empezó a trabajar en 2018 sin imaginarse que en 2020 llegaría una pandemia, “resulta interesante que no se haya publicado antes, porque hoy no estaría actualizado en el contexto de la salud mental”.

Reveló que en marzo del 2020 el libro iba a ser titulado Los 11 principios del líder bambú para transformar tú vida, pero pensó: “el mundo se ha detenido y los tengo que probar en una crisis”, así que en ese momento le surgieron las ideas de transformación para ayudar a las personas con la vivencia con el virus.

El conferencista hizo hincapié en la capacidad de cada individuo de poder “sacar provecho” a cada situación, incluyendo las que parecen negativas.

“Muchos piensan que yo llegué a decirle a los venezolanos fluir es resígnese, tire la toalla, pero no, fluir es avanzar, yo puedo quedarme en la crisis o decidir transcenderla, qué idea viene a mi mente que pueda ayudar a muchas personas. Hasta cierto punto puedo decir no participar de esta crisis, más bien todo lo contrario participar con ideas nuevas”, expresó.

Destacó la historia de Estefany, con quien intercambió experiencias y le contó que desde los 12 años padece de cáncer. Le amputaron la pierna y luego de una década libre, ahora regresó la enfermedad y las quimioterapias. Cala confiesa que vio “una chispa divina” en sus ojos y su sonrisa. “Eres una guerrera de luz, un ser de liberación alta. Eso es resiliencia, superar algo negativo que viviste y saliste fortalecido”, detalló.

Ya después de casi tres horas de exposición, el autor invitó a los presentes en el aula magna a realizar un ejercicio de relajación para luego despedirse de la ciudad no sin antes asegurar que volverá a Maracaibo a realizar un encuentro de tres días.

 

Por Lizaura Noriega