Este 14 de enero se conmemoran los primeros 17 años de la partida física de Jesús Soto, uno de los artistas plásticos venezolanos de mayor proyección mundial en los últimos años.
Nacido en 1923 en el Barrio Santa Ana de Ciudad Bolívar en el seno de una familia humilde. En 1942 viaja a Caracas al obtener una beca para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, reseñó Ciudad CCS.
Sería discípulo de Antonio Edmundo Monsanto, conoció a otros artistas plásticos: Carlos Cruz Diez, Alejandro Otero y Pascual Navarro y será influenciado por el trabajo del artista plástico Paul Cezanne.
Los disidentes
En 1950 viaja a Paris y alcanza a entrar en contacto con el grupo Los disidentes en el momento en que ellos están a punto de disolverse. Esta agrupación había sostenido una posición crítica hacia el arte figurativo que se realizaba en Venezuela. Con una fuerte crítica a la pintura tradicional, a la Escuela de Artes Plásticas y a los falsos salones de Arte Oficial que los llevo a optar por la abstracción geométrica.
En 1955 presenta en la galería Denise René junto a Alexander Calder, Marcel Duchamp, Víctor Vasarely, Jean Tinguely, Yaacov Agam y Pol Bury, la exhibición Le Mouvement, dándole nacimiento al arte cinético.
En la década de 1970 logra su Magnum Opus con sus famosos “Penetrables” donde involucra y sumerge al espectador en una experiencia viva.
Museo de Arte Moderno
En 1973, Jesús Soto junto al arquitecto Carlos Raúl Villanueva crean en Ciudad Bolívar, el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, lugar al que el artista dona 700 obras su autoría y 130 de artistas internacionales como Kazimir Malévich o Piet Mondrian. Fue el autor de instalaciones monumentales entre las que destacan las de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, la Exposición Universal de Montreal de 1967. En 1968 el gobierno francés lo distingue con la Orden de las Artes y las Letras y en 1990 la Unesco le otorga la Medalla Picasso por considerar que su obra ha servido para acercar a los países del mundo.
Obras destacadas
Dentro de sus obras que contribuyeron al desarrollo del arte en el país podemos destacar:
La Esfera de Caracas: conocida como la Esfera de Soto. Se encuentra en la autopista Francisco Fajardo. Creada en 1996, como parte de un plan para embellecer la ciudad.
Progresión en Amarillo: esta obra establece un juego visual con el color y el movimiento para el gozo de los transeúntes Ubicada en la estación del metro Chacaíto fue inaugurada en 1982.
El Cielo de Soto: el techo del Teatro Teresa Carreño se crece con el cinetismo imponente que brinda la sensación de lluvia, de cielo, de sueño que enriquece este espacio cultural de la ciudad.
El Penetrable Azul: es una obra interactiva que se encuentra en el museo Chateau Lacoste, en Francia. Inaugurada en 1999 exige la participación del espectador.
Mural Signals: El Museo de Arte Contemporáneo alberga parte de la obra muralística cinética de nuestros artistas que despliega la grandeza del arte cinético
El Cubo Virtual azul y negro: es una obra cinética que adorna la plaza Brión de Chacaíto la cual fue inaugurada en 1982 y forma parte de la Colección Metro de Caracas.
Museo de Arte Jesús Soto: es un centro cultural que resguarda más de 700 obras del artista venezolano. Ubicado en Ciudad Bolívar, fue inaugurado en 1973.
Otro placer: la música
Otras de sus grandes pasiones fue la música, ella no solo le produjo placer sino que le ayudó a sobrevivir en tiempos duros gracias a su dominio ejecutor de la guitarra.
El legado de Jesús Soto nos hace más universales. Nuestra sangre es su sangre, Nuestro movimiento es suyo. Su obra nos reafirma como hijos de una tierra vasta, que no se doblega y se crece. Plena de ingenio, alegría y creatividad, que persigue la utopía con el deseo de innovar y aportarle al mundo un grano de creación para su desarrollo.
A 17 años de su partida física Jesús Soto vive en eterno movimiento en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo.
Por Agencia