Si hay una gran lección que nos ha dejado esta pandemia que ha conmocionado al mundo, es que lo único constante en nuestras vidas es el cambio. Fuimos todos testigos y protagonistas de cómo, de la noche a la mañana, nuestras rutinas cambiaron, fuimos confinados a nuestros hogares, algunos se resistieron, y lo hacen aún, mientras que otros tantos, decidimos aceptarlo.
Tal como nos sucedió con este virus, algunos de estos cambios suelen ser inesperados, y, por esta razón, podemos no estar preparados para enfrentarlos y adaptarnos a ellos, sin embargo, existen otros tipos de cambios que son impulsados por las personas cuando sienten la necesidad de transformar su realidad actual por otra.
Lo cierto es que la vida misma es un cambio constante, indetenible y necesario, en la mayoría de los casos.
La clave está en aceptarlo con todas sus consecuencias, a pesar de que cambiar puede implicar perder o renunciar a algo, porque cuando algo cambia, ya deja de ser para transformarse en otra cosa y lo que cambió, sencillamente, ha dejado de existir, en otras palabras, se ha perdido. Y toda pérdida, duele.
De allí nace la resistencia al cambio, por temor o para evitar sufrir. Por ello, nos sometemos y conformamos con las mismas rutinas en nuestras vidas, porque eso nos hace sentir seguros, nos hace pensar que tenemos el control, sin esforzarnos mucho, preferimos quedarnos en nuestra zona de confort, sin importar si esa rutina nos hace felices, nos agrada o no.
Y allí está el detalle, porque ya sea por miedo a lo desconocido o temor a equivocarnos y arriesgarnos, sencillamente cerramos la puerta a nuestra plenitud y a la felicidad.
Pero, por mucho que nos resistamos al cambio, que lo aplacemos, o lo ignoremos, este llegará de forma inevitable, por eso el camino más recomendable, es aceptarlo como algo necesario.
Ahora bien, si los cambios son necesarios, ¿qué debes hacer para manejarlos de manera eficiente cuando se presentan? Para guiarte y apoyarte en este proceso de aceptación, desarrollé cinco (5) claves que te ayudarán a lograrlo:
- Confía en ti.Tienes la fuerza, cuentas con las capacidades, y las virtudes para enfrentar cualquier reto o cambio. Allí radica la confianza en ti mismo, en revalorizarte y entender que vales más y sabes más de lo que piensas. Y si aún no lo crees, te invito a cerrar los ojos y recordar todas las veces que has enfrentado cambios en tu vida. Claro que los puedes vencer, confía en ti.
- Libérate de tus miedos.Cualquier cambio que hagas, implica cosas buenas y malas. Todo cambio, tal como hemos referido, supone una pérdida, riesgos y dificultad. Por esto, mi recomendación es centrarte en lo positivo que derivara de ese cambio. Perder y cambiar puede ser doloroso, pero también puede ser liberador, porque avanzamos y nos abrimos a las posibilidades y oportunidades.
- Tómate el tiempo que necesitas para adaptarte.El cambio genera resistencia. El ser humano por naturaleza atraviesa cuatro etapas para confrontar el cambio. Primero lo niega, luego se resiste y se aferra a los antiguos patrones, posteriormente lo acepta, para luego adaptarse a la nueva situación, todo requiere su tiempo.
- Deja ir lo que te afecta y sigue adelante.Todo cambio conlleva un luto o dolor por lo que se deja atrás, aunque también implica un nuevo mundo lleno de opciones y nuevos caminos, donde la ganancia puede ser mayor a la pérdida. Ten presente que nada te ata al pasado y puedes elegir ser alguien nuevo cada día.
- Busca apoyo, si sientes que lo necesitas.Decidir salir de la zona de tu zona de confort no es una decisión fácil, arriesgarte hacia lo desconocido, sentir miedo a equivocarte, claro que causa temor, a algunas personas las paraliza, pero otras deciden asumir los errores como oportunidades para aprender y mejorar.
Si sientes una gran resistencia al cambio, sea en tu hogar, en tu sitio de trabajo o en tu relación, no dudes en apoyarte en un psicólogo profesional, este no solo te pondrá en frente las ventajas y desventajas que supone el cambio, sino además te empoderará de herramientas y recursos para que en el futuro puedas perder el miedo a ese cambio.
Son cinco pasos que te ayudarán a aceptar el cambio como algo natural. Créeme, es la mejor opción para avanzar y no estancarte en lamentos.
Y si a partir de esta reflexión, determinas que hay algo en tu vida que no funciona y necesitas cambiarlo, pues sencillamente hazlo, eso sí, de forma consciente y responsable, con todas sus consecuencias.
Recuerda que si no cambias, no arriesgas, y si no arriesgas, sencillamente, no ganas, nunca ganarás. Así que ábrete al cambio, no te resistas.
Jenny La Rotta Moran