El doctor Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina, aseguró que en medio de una fase infección activa, las cifras oficiales de COVID-19 en Venezuela son evidencia de un descarado subregistro.
El hecho sanitario ha sido secuestrado por la conveniencia política. Venezuela es el país con las peores condiciones de desarrollo sostenible y el peor sistema de salud para enfrentar la pandemia; la situación de emergencia humanitaria compleja y la debacle económica son los factores que deben ser enfrentados rápidamente para revertir los efectos de la enfermedad, señaló el patólogo, a través de una serie de videos de YouTube, subidos al canal SOS Telemedicina Universidad Central de Venezuela.
López-Loyo alertó que en este momento Venezuela lidera la cifra de muertes de personal sanitario en el mundo por lo que resaltó la necesidad urgente de obtener vacunas de calidad para lograr una cobertura del 70 % la población.
Estrategias erradas
El patólogo mencionó que, entre las estrategias erradas que ha ideado el Estado venezolano se encuentra un confinamiento militar estricto y cierre de fronteras, una cuarentena con vicios de control social en plena crisis de combustible, falta de agua y electricidad.
Asimismo, resaltó el uso de terapias alternativas experimentales, algunas con efectos tóxicos conocidos para esconder la realidad de que no hay una respuesta adecuada en esta circunstancia.
Citó el caso del fármaco Carvativir, sobre lo cual dijo que la Academia ha emitido comunicados contundentes en los que aseguran que este tipo de medicamentos producen una sensación de bienestar, mas no tiene nada que ver con procesos de prevención y curación del COVID-19.
No se han atendido las directrices de las academias nacionales respecto a la aplicación además de una flexibilización irregular y a conveniencia que produce picos de contagio, como ocurrió en Carnaval, afirmó el patólogo.
Mencionó además que aquellas familias que han decidido retornar al país han sido tratadas con una discriminación oficial que los coloca en «campos de concentración» y sin asistencia real.
1,6 % de 28 millones de habitantes
Al ritmo que llevamos, podríamos pasar cuatro o cinco años vacunando a la población, alertó López-Loyo, quien señaló que la proyección es que los planes de vacunación en Venezuela no serán suficientes para establecer la inmunidad colectiva, pues un juego político impide el acceso pleno de vacunas de calidad.
Lo único que tiene Venezuela son 200.000 dosis de la vacuna Rusa y 500.000 dosis, supuestamente donadas por China, de la vacuna Sinopharm; es decir, dosis para solo 350.000 venezolanos, indicó.
En ese sentido, afirmó que apenas hemos cubierto una capacidad de vacunación del 1,6 % de una población actual de 28 millones de habitantes.
Manifestó que lo que ha ocurrido con el mecanismo COVAX «da cuenta de un inconsistente acuerdo político».
Sobre este tema, el presidente de la Academia Nacional de Medicina expresó que los políticos que están llevando adelante la negociación con el mecanismo COVAX deben ponerse nuevamente de acuerdo con el Gobierno y debe haber una garantía de que las condiciones se cumplan.
Por Agencia