viernes, noviembre 22

Amarran con cabellos el pene a un niño para que no se orinara en un internado de monjas

A un niño de apenas 9 años de edad le amarraban el pene con cabellos humanos para que no se orinara. Además, era azotado con ramas de ortiga, según denunciaron sus familiares en Bogotá, un caso que tiene conmocionada a toda Colombia.

El maltrato presuntamente ocurrió en el Hogar Monserrate, manejado por monjas y ubicado en el municipio de Chocontá, en el departamento de Cundinamarca. Así lo detalló a FM radio Paola Morales, tía del menor que denunció el caso ante la Fiscalía, reseñó EFE.

«El menor estaba en un internado de monjas en Chocontá desde hace 7 meses. El día 15 de diciembre lo recogimos porque le dieron vacaciones para estar en familia en Navidad. El niño empezó a llorar y a sentir un fuerte dolor. La mamá lo revisó y se evidenció que su pene estaba inflamado y morado», aseguró Morales.

Explicó que cuando el menor fue llevado al médico y le quitaron los hilos y el cabello humano con el que le amarraron el pene, llevaba al menos diez días sin poder orinar.

«Eso se debía a que le habían amarrado el pene para que no se orinara, lo que también le provocó una infección en la vejiga», contó la tía.

El procedimiento fue muy doloroso porque el cabello cortó la piel y tenía heridas profundas que estaban infectadas y ahora está recibiendo apoyo psicológico.

Lo ponían a aguantar frío durante la madrugada

«Se evidencia más maltrato físico. Hay evidencia de que le daban baños donde le pegaban con ortiga que lo picaban y le ardían en la piel. Y otras cosas como pararlo muy temprano sin ropita a aguantar frío por más de dos horas a la madrugada, es lo que el niño nos pudo comunicar», dijo la tía.

Afirmó además que la mamá del niño lo llevó a ese internado porque tenía buenas referencias y que allí le podían ayudar a superar los problemas de comportamiento y de lenguaje, así como también podía progresar en lo académico.

«Los médicos hallaron que el pene de mi hijo estaba amarrado con cabellos largos de una persona. Habían amarrado su miembro desde la base y eso le impedía orinar», dijo la mamá del menor al diario El Tiempo.

Incomunicado

Al momento de matricularlo, las monjas le dijeron que solo podían visitarlo cada seis meses y que una vez por semana podían comunicarse por teléfono con el niño.

El menor también contó que un profesor les daba coscorrones y palmadas en la cabeza, y que a él y a otros niños los castigaba pegándoles con ramas de ortiga.

Inspección al internado

Ante las denuncias sobre este caso el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, ordenó una visita de inspección al internado por parte de funcionarios de las secretarías de Desarrollo Social y Salud, a fin de verificar las condiciones en que están los menores.

Mientras tanto, la Fiscalía también inició una investigación con expertos en temas de infancia.

«Esto no se puede quedar así. Deben investigar qué más vejámenes han sufrido los niños que se encuentran allí», dijo la mamá del niño.