Daniil Medvedev, número 2 del mundo, la baza más fiable de su equipo, llevó a Rusia hacia el éxito en las Finales de la Copa Davis, la tercera que logra su país y la primera después de tres lustros.
En la despedida de Madrid como sede de la competición, que a partir del próximo año cambiará de escenario, Rusia cerró su año a lo grande.
Estrenó 2021 con el triunfo en la Copa ATP y lo concluyó con la Copa Davis. A lo largo del curso, el tenis ruso subrayó su autoridad con éxitos no menores. La Copa Billie Jean King -torneo equiparable a la Davis en el tenis femenino- o la Copa Davis juvenil. Además de ser el equipo más premiado en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Medvedev no olvidará este 2021. Se hizo mayor el tenista moscovita de 25 años, que logró su primer Grand Slam tras imponerse al número uno, Novak Djokovic, en Nueva York, en la final del Abierto de Estados Unidos. Había rozado el triunfo. Como en Melburne a principios de temporada, o en el propio Flushing Meadows, donde cayó con Rafael Nadal en 2019. Pero este ha sido su año.
Daniil Medvedev, que se perdió las Finales de 2019, acudió al rescate del conjunto de Shamil Tarpischev, que se quedó en puertas del éxito hace dos temporadas.
La Copa Davis alimenta la hoja de servicios de un jugador que fue básico para Rusia. No dio opción a ninguno de sus rivales en el trayecto de la competición. No cedió un solo set ni ante el ecuatoriano Emilio Gómez ni con el español Pablo Carreño ni con el sueco Mikael Ymer ni con el alemán Jan Lennard Struf ni tampoco en la final ante Marin Cilic.
Por: Agencia