Gustavo Dudamel debutará mañana en la que será su primera ópera desde que asumió la dirección musical de la Ópera de París, y lo hace con Turandot, la obra de Puccini que narra en clave de fantasía una legendaria y tortuosa historia de amor en la antigua Pekín, capital del imperio chino.
El director mostró en el ensayo general la buena compenetración con la orquesta, con la que trabajó en temporadas anteriores y con la que ya abrió la actual en el concierto inaugural, en septiembre.
Dudamel, nombrado en abril director musical de la Ópera de París para las próximas seis temporadas, en una clara apuesta de la institución por renovarse y abrirse a todo tipo de públicos, recibió mucho cariño del público parisino, que lo acogió con los brazos abiertos.
La producción, del director escénico Robert Wilson, se estrenó en el Teatro Real de Madrid en noviembre de 2018 y se basa en una estética muy contemporánea de luces y sombras, con colore
A esa estética fría y minimalista se suman los movimientos muy limitados de los artistas (Turandot en una ocasión se desplaza en una pequeña plataforma móvil que rueda sobre el escenario) para terminar de crear un ambiente rígido y opresivo.
Elena Pankratova una soprano rusa, interpreta el papel que da título a la obra, mientras que el tenor galés Gwyn Hughes Jones es Calaf, el príncipe proscrito, y la china Guanqun Yu encarna a Líu, la esclava enamorada.
Dudamel, que no ha hecho declaraciones ante su estreno dirigiendo la orquesta en una ópera tras su llegada al cargo, señala en el programa que Turandot es «la culminación del recorrido musical» de Puccini (de hecho, fue su última ópera y falleció en 1924 antes de concluir el final, terminado por Franco Alfano).
Al poner música a esta fábula que se remonta en parte a antiguas leyendas persas, Puccini creó una obra «muy complicada para las voces» en la que el coro tiene un protagonismo inusual hasta el punto de constituirse en un personaje por sí mismo, añadió el músico venezolano.
Por: Agencia