Sin importar cómo termine la Serie Mundial este año, un integrante de la familia Snitker tendrá un anillo de campeonato.
Esta edición del Clásico de Otoño será un asunto de familia para el mánager de los Bravos de Atlanta Brian Snitker, quien estará en el dugout opuesto a su hijo, Troy Snitker, coach de bateo de los Astros de Houston.
Cercanos toda su vida, serán adversarios cuando sus equipos se citen el martes en la noche para iniciar la Serie Mundial
“Honestamente, a las 7:09 o la hora que sea, va a querer patearme (el trasero)” dijo el padre el lunes.
Pero, en la víspera de la serie, el mayor de los Snitker aún tuvo tiempo para ser el padre orgulloso sobre el éxito de su hijo.
“Confirma de alguna forma el hecho de que quizá hice algo bien, por cómo resultó”, dijo. “Es un gran chico”.
Troy Snitker creció en las casetas y camerinos, siguiendo a su padre mientras éste trabajaba las ligas menores casi toda su infancia. Brian Snitker le enseñó mucho a su hijo en ese tiempo, en la travesía por filiales desde Macon, Georgia, hasta Myrtle Beach, Carolina del Sur. No fue lo que le dijo, pero lo que hizo lo que fue su lección más importante.
“La ética de trabajo”, dijo Snitker de 32 años. “Creo que eso es lo que aprendí mejor de él, verlo desde pequeño en el campo. Es tan consistente, trabajador. Es la misma persona todos los días cuando estás en el clubhouse con él”.
Snitker, de 66 años, pasó 15 temporadas como mánager de varios equipos de las ligas menores de los Bravos antes de convertirse en el coach de tercera base de Atlanta entre 2007 y 2013. Fue el mánager de la sucursal del Gwinnett de Triple A a partir de 2013 hasta que se convirtió en el mánager interino del equipo de Grandes Ligas cuando Fredi González fue despedido en mayo de 2016.
Brian se quedó con el puesto a tiempo completo en 2017 y ha llevado a los Bravos a la postemporada en cada una de sus últimas cuatro campañas.
“Ha pasado por mucho en su carrera cuando hubo muchas ocasiones en las que fácilmente podría haber decidido hacer algo diferente”, dijo su hijo. “Pero se mantuvo”.
Troy Snitker fue entrenador universitario por un tiempo antes de unirse al Corpus Christi Hooks de la Doble A como coach de bateo en 2018. Pasó una temporada ahí antes de comenzar a trabajar en las Grandes Ligas con Houston.
Brian Snitker está impresionado por la forma en la que su hijo incorporó las cosas que aprendió del béisbol mientras crecía y su padre era el novato en el deporte.
“Me encanta la forma cómo incorporó todo”, dijo Brian. “Debido a que creció en el dugout, en el autobús, en el terreno de juego, mucho tiempo antes de que surgiera toda la información analítica. Creo que es una buena mezcla de la vieja escuela y es muy abierto y recibe toda la nueva información que está ahí. Creo que es una buena mezcla”.
Por supuesto toda la familia está entusiasmada de que ambos Snitkers estén en la Serie Mundial. Pero para Ronnie Snitker, la esposa de Brian y madre de Troy, sortear esta semana será un poco difícil.
No diré aún que se podrán, como se presentará con las familias de los equipos.
“Creo que está un poco abrumada en este momento en el que esto se ha hecho realidad”, dijo Troy Snitker.
Después de que los Snitker se elogiaron mutuamente, acordaron que la gran estrella de la semana es Ronnie.
“Si no fuera por ella, no estaría aquí honestamente”, dijo su esposo. “Nos permitió a mi y a Troy seguir nuestro sueño y lo apreciamos”.
Por Agencia